La Generalitat Valenciana participará en la compra conjunta de gas con el objetivo de abaratar el coste energético al maltrecho sector cerámico. Así lo anunció este viernes el propio presidente autonómico, Ximo Puig, en un acto celebrado en Castellón, provincia que concentra el grueso de la industria azulejera española.

El dirigente, en concreto, dijo estar dispuesto a participar "en la compra de gas común", y anunció que la Generalitat Valenciana intervendrá en esta cuestión "de una manera activa" para ayudar a sobrellevar el elevado precio que afrontan las empresas desde la invasión rusa en Ucrania. Algunas fábricas han parado y otras han anunciado EREs.

Puig, según sus declaraciones recogidas por Europa Press, planteará esta cuestión el próximo martes en la denominada Mesa de la Cerámica, un encuentro convocado por el sector, precisamente, para analizar la situación que sufren las empresas de este y otros sectores dependientes del gas.

"Vamos a hacer todo lo que sea necesario, con medidas paliativas y alguna más estructural", aseguró Puig sobre la exigencia de la patronal azulejera, Ascer, de que el Gobierno tome medidas y proporcione ayudas.

El socialista subrayó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está "absolutamente informado" de la situación de la cerámica, y que trabaja "intensamente desde hace tiempo en buscar una fórmula que haga bajar los precios energéticos". "Ha conseguido la 'excepción ibérica', pero necesitamos ir mucho más allá en el campo de la industria", indicó.

Ayudas españolas

Ascer insistió este jueves en que las ayudas al sector dependen de España y no de Bruselas, y Puig defendió al respecto que es necesario que el Gobierno adopte "medidas paliativas" para dar una "cierta certidumbre" al futuro de las industrias gasointensivas.

"Desde luego, respaldo que el Gobierno ayude de la misma manera que otros gobiernos, teniendo en cuenta las dificultades de cada gobierno", subrayó. Europa no puede ir a "distintas velocidades", porque "eso afecta a la competencia de estas industrias", agregó.

Según Ximo Puig, ya trasladó esta posición en su reciente visita a Bruselas, donde destacó que existe "una altísima preocupación y un conocimiento claro" de la situación de la cerámica y de otras industrias dependientes del gas.