Cazar animales sin contaminar el planeta. Este es el negocio de BioAmmo, una empresa instalada en un municipio de Segovia de apenas 1.000 habitantes que exporta sus balas ecológicas por todo el mundo.
Su fundador acaba de recibir la Gran Cruz al Mérito Agrario, un reconocimiento con el que solo cuentan once personas en España. Su actividad consiste en fabricar munición biodegradable gracias a ocho patentes de cartuchos no contaminantes.
"Acabamos de cerrar un contrato de 120 millones de euros con varios distribuidores de Estados Unidos", asegura el presidente y fundador de la compañía, Enrique López-Pozas, en una entrevista de EL ESPAÑOL-Invertia.
La historia de este negocio es la de una carrera de fondo. En 2008, se le encendió la bombilla a López-Pozas. Los cartuchos de caza y de uso recreativo antes se recargaban, pero ya hacia tiempo que no era habitual reutilizarlos por su bajo precio.
Tras cinco años de investigación, se patentaron las primeras balas 'verdes'. En 2018, se lanzó a la búsqueda de financiación para crear su primera fábrica. Consiguió el apoyo de inversores madrileños, de Bankia y de la Junta de Castilla y León.
Sin pólvora ni pistones
Empezó a rodar en enero de 2020 y, solo unos meses después, la Covid-19 le hizo quedarse sin clientela. Las medidas de contención provocaron el cese de la actividad cinegética así como de los comercios.
Cuando se recuperó la caza, empezó la crisis logística de contenedores y, poco después, "la escasez de pólvora y pistones". De hecho, la compañía despidió el 2021 con un Ebitda negativo de 1,5 millones de euros y su facturación rondó los 3,5 millones, según datos consultados en el Registro Mercantil.
[Las suscripciones al táper a domicilio cogen fuerza con la inflación y la falta de tiempo]
"Ahora ya por fin está todo resuelto", asegura el presidente. Las buenas noticias parecen llegar a esta compañía, que exporta el 90% de su munición y tiene distribuidores en 30 países.
Sus principales clientes se ubican en Estados Unidos (por la importancia de la caza, consume unos 3.500 millones de cartuchos anuales) y Canadá, Australia y el norte de Europa, donde "la conciencia ambiental es más sensible".
Balas antidrones o antidisturbios
En España, las balas se comercializan a través de El Corte Inglés, Decathlon y las tradicionales armerías. No tiene venta directa a particulares: "y seguirá siendo así, queremos que las armerías continúen con sus negocios".
Las balas 'verdes' son variadas. Las más demandadas son las destinadas a la caza y al tiro deportivo. También cuentan con cartuchos antidisturbios con bolas de caucho, munición de sonido para el control de las masas o balas antidrones.
"Los cazadores son los que más lo demandan porque les gusta que los cotos estén limpios, son los primeros interesados en hacer las cosas bien y son nuestros mejores clientes", añade el presidente de la compañía.
En cuanto al reconocimiento del Ministerio de Agricultura, se le ha concedido al fundador de BioAmmo por contribuir al desarrollo de una industria sostenible en el medio rural y por su labor de investigación para conservar el medioambiente.
Solo 900 habitantes
La empresa tiene sus instalaciones en Santa María la Real de Nieva, una localidad segoviana con unos 920 habitantes. Cuenta con una plantilla de 40 empleados, que pretende ampliar en breve para dar cobertura a los últimos contratos.
Casi todos los trabajadores proceden de la comarca de Santa María, según asegura el presidente. Además, "una empresa asiática quiere establecer junto a nosotros una fábrica de biopolímeros", agrega López-Pozas.
Se trata de una actividad que podría ayudar a taponar la sangría de habitantes de Santa María la Real de Nieva, que lleva perdiendo población desde 2014 hasta contar con solo 921 personas en 2021, según los datos consultados en el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para el futuro, BioAmmo está trabajando en patentar otras municiones para caza mayor y defensa que permitan reducir los residuos sustituyendo el plástico por biopolímeros. También investigan soluciones "para ganadería y hospitales", siempre con materiales biodegradables y compostables.