La Comisión Europea ha autorizado este viernes a España a dar una subvención directa de 460 millones de euros a ArcelorMittal con el fin de ayudar a descarbonizar parcialmente sus procesos de producción de acero en Gijón. Bruselas ha llegado a la conclusión de que estos fondos contribuirán a la estrategia de la UE en materia de hidrógeno y a los objetivos del Pacto Verde Europeo, además de reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos.
La ayuda en cuestión se destinará a la construcción de una nueva planta de producción de acero en Gijón que utilizará hidrógeno renovable y sustituirá, junto con un nuevo horno de arco eléctrico, al alto horno actual. El gas natural utilizado actualmente en la mezcla se eliminará gradualmente de los procesos de producción de acero. En última instancia, la planta funcionará utilizando hidrógeno renovable con gas de síntesis producido a partir de gases metalúrgicos y residuos.
Se prevé que la planta comience a funcionar a finales de 2025 y se espera que produzca al año 2,3 millones de toneladas de prerreducidos de hierro con bajas emisiones de carbono. Una vez finalizado, se espera que el proyecto evite la emisión de 70,9 millones de toneladas de dióxido de carbono. ArcelorMittal se ha comprometido a comunicar los conocimientos técnicos adquiridos gracias al proyecto a otros productores europeos de acero.
España seleccionó el proyecto de ArcelorMittal en una convocatoria abierta en 2021 para formar parte de un proyecto de interés europeo sobre tecnologías y sistemas de hidrógeno. Su objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector metalúrgico, que consume mucha energía. Por eso, Bruselas lo ha examinado en el marco de las directrices europeas sobre ayudas europeas en materia de clima.
Tras su examen, el Ejecutivo comunitario ha concluido que la ayuda facilitará la producción de acero ecológico y tendrá un efecto incentivador, ya que el beneficiario no realizaría las inversiones en Gijón sin estas subvenciones. Los fondos tendrán una incidencia limitada en la competencia y el comercio de la UE y su cuantía es proporcionada, ya que se corresponde a las necesidades de financiación reales.
A esto se añade que, si el proyecto resulta muy satisfactorio y genera ingresos netos adicionales, ArcelorMittal devolverá a España parte de la ayuda recibida. Además, el beneficiario comunicará los conocimientos técnicos adquiridos a través del proyecto a otros productores europeos de acero.
Finalmente, el proyecto está sujeto a seguimiento para verificar sus avances hacia los objetivos de reducción de las emisiones de CO2, la eliminación progresiva del gas natural y la introducción progresiva de hidrógeno renovable. Atendiendo a todas estas razones, Bruselas ha decidido dar luz verde a la subvención española.