Las inmobiliarias de Blackstone en España (Aliseda, en Madrid, participada también por Banco Santander, y Anticipa, en Barcelona) han puesto en marcha un proceso de reorganización laboral que implica trasladar a Valencia a cerca de dos centenares de puestos de trabajo.

Las compañías insisten en que se trata de un proceso de "recolocación", estructural, al centralizar en Valencia varios de los servicios que ofrecen desde Madrid y Barcelona. Entre la plantilla se habla, no obstante, de "ERE encubierto", y se analiza la conveniencia o no de judicializar el proceso, de acuerdo a varias fuentes consultadas por este diario.

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Los representantes de la plantilla de Blackstone en Madrid, Aliseda, han alcanzado un acuerdo con la empresa que tendrá que ser votado por los afectados tras Semana Santa. El mismo contempla una reducción del número inicial de empleados que serían trasladados, de 113 a 87, y ayudas para el alquiler y viajes a Valencia, que todavía no han sido precisadas. También se garantiza el empleo a los desplazados durante dos años.

A los empleados de Madrid que rechacen el traslado, el fondo les ofrece una indemnización de 31 días por año de trabajo sin tope de antigüedad (Aliseda tiene menos de diez años de vida), en lugar, subraya, de los 20 días establecidos por el Estatuto de los Trabajadores en este supuesto.

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Por las extinciones que se produzcan con anterioridad a la fecha efectiva del traslado del puesto de trabajo, la inmobiliaria propone un pago de 25 días por año trabajado cuando, destaca, en este supuesto legal no se prevé indemnización.

En Anticipa (Barcelona), el proceso, que afecta a cerca de un centenar de empleados, discurre más lento y todavía no se ha alcanzado un acuerdo como en Aliseda (Madrid), aunque es previsible que las condiciones ofrecidas finalmente sean las mismas.

Mientras que en Aliseda la plantilla cuenta con la representación de un comité de empresa, en Barcelona los profesionales han contratado a un despacho externo para llevar a cabo las negociaciones con la empresa. De acuerdo a las fuentes consultadas, se baraja una ayuda para el traslado a Valencia de entre 12.000 y 25.000 euros dependiendo de las circunstancias familiares, pero si el empleado abandona el puesto antes de los dos años deberá devolver la ayuda entregada.