Cox Energy ha sido el elegido para ser el nuevo dueño de Abengoa. Tras meses de espera, se adjudica las filiales productivas de la multinacional sevillana, casi una treintena, por decisión del juez de lo Mercantil de Sevilla. Su veredicto reconoce como la propuesta más viable la de Cox, que ofreció 564 millones de euros para adquirir todas las áreas de negocio.
Su oferta mantiene la sede social en Sevilla y garantiza el mantenimiento de los más de 9.000 empleos de la empresa. También incluye asumir los 206 millones de euros de deuda y avales vivos de proyectos de Abengoa, así como otros 252 millones de euros de deuda 'Project Finance' que la ingeniería sevillana tiene asociada a otros activos.
El juez destaca en su auto, al que ha tenido acceso este periódico, el "compromiso y la disposición demostrada con la aportación de liquidez", por ejemplo para el pago de las nóminas atrasadas. A este particular ha destinado ya 2,5 millones.
[Cox Energy ofrece 564 M€ por Abengoa, asume la deuda y el pago de nóminas atrasadas]
Al mismo tiempo, Cox Energy había comprometido otros 7,5 millones de euros adicionales que, en caso de resultar adjudicatarios, se abonarán desde que se anuncie la decisión de la adjudicación hasta la toma de control de la compañía.
Subraya en este sentido que la liquidez ofrecida es "suficientemente fundada, sólida, creíble y factible". No obstante apunta que, dado que dentro del perímetro adjudicado se incluye un proyecto de Abengoa Inovación para Navantia, que precisa de autorización, indica el juez que su transmisión queda sometida "como condición suspensiva" a la concesión de esta autorización. En caso supuesto, quedará excluida.
La oferta presentada por el grupo industrial que preside Enrique Riquelme, con presencia en España y Latinoamérica, implicaba la realización de un pago mínimo al concurso de 27,3 millones.
Algo que se comprometía a hacer con un mecanismo que permitiría incrementar ese valor en el futuro, garantizando también el abono del 100% de los créditos privilegiados conforme valoración de la administración concursal a los acreedores.
También prometía hacerse cargo de los 22,8 millones de euros de pagos pendientes a la Seguridad Social, en tanto que aportaba un plan financiero con una línea de avales por valor de 300 millones de euros. La carga de trabajo que se aportará reduce, según sus cálculos, en dos terceras partes las necesidades de tesorería de Abengoa.
Primer contrato en Chile
En aras de demostrar su compromiso, durante el proceso de ofertas Cox Energy adjudicó de forma directa a Abengoa un contrato para la construcción de la planta fotovoltaica Sol del Vallenar en Chile por valor de 200 millones de euros. Dicho proyecto se desarrollará durante 18 meses y empleará a más de 1.000 de personas.
"Este es el primero de los contratos que se irán materializando en las próximas semanas tanto en Chile como en España y que se incrementarán con una nueva cartera de proyectos de gran visibilidad para el período 2026-2030, que se ejecutarán bajo el mismo esquema de rentabilidad garantizada", aclaró en marzo Riquelme.
Cox Energy ha resaltado desde entonces que su oferta es la única que contiene un plan industrial "sólido" para Abengoa que garantiza la viabilidad de la compañía "a corto, medio y largo plazo", permitiendo mantener los más de 9.500 puestos de trabajo de la compañía.
Además de Cox Energy, otras cuatro compañías compitieron por el futuro de Abengoa, siendo estas Urbas, Ultramar, RCP y Terramar. De ellas, solo Ultramar no presentó oferta mejorada.
Tras conocer la decisión del juez, Riquelme ha asegurado que en Cox están "listos para comenzar una nueva etapa en la historia de Abengoa" y que vuelva a ser "líder en el desarrollo tecnológico para la generación de energías limpias".