Entre los cerca de 500 acreedores de la compañía se encuentran ayuntamientos, compañías de telefonía, fondos, consultoras, despachos, proveedores... También aparece afectado por el concurso de Eurofinsa el expresidente José María Aznar, con una deuda de 106.000 euros. La mayoría de ellos, probablemente, no logrará recuperar un euro.

De acuerdo al informe provisional del concurso de acreedores de Eurofinsa, elaborado por la Administración Concursal, el despacho Baker Tilly, al que ha tenido acceso este diario, el primer acreedor de Eurofinsa es Hacienda.

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La Agencia Tributaria reclama a la constructora un crédito tributario por importe de 57 millones de euros, calificado por la Administración Concursal con privilegio general. Además, Hacienda requiere otros 66 millones de euros en intereses (calificado como crédito subordinado), y otros 39 millones como sanción (también crédito subordinado).

Tras la Agencia Tributaria aparecen como los mayores acreedores de Eurofinsa bancos, brokers y aseguradoras. CaixaBank mantiene un crédito calificado como ordinario, de 9,5 millones de euros; Sabadell cuenta con un crédito de 8 millones, calificado con privilegio especial.

La aseguradora Zurich tiene un crédito ordinario de 8 millones de euros, y la aseguradora Allianz otro de 5,2 millones (este con privilegio especial); la Fiscalía General de El Salvador, uno de 6,6 millones, ordinario.

Societé Générale reclama una deuda de 6,9 millones (crédito ordinario), y el bróker británico JB Drax, 5,3 millones. Con una deuda superior al millón de euros se encuentran American Express, la aseguradora Aserta, o la también aseguradora Berkeley.

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Dependiendo de la calificación de los créditos, unos acreedores cobran con antelación sobre otros en un concurso de acreedores. Los créditos contra la masa, entre los que se encuentra la remuneración del administrador concursal, los que se generan una vez se declara el concurso de acreedores, son los primeros en cobrar. En el caso de Eurofinsa, este tipo de créditos asciende a 2,5 millones.

A continuación, cobran los créditos con privilegio especial (por ejemplo, los garantizados con hipoteca o por contratos de arrendamiento financiero); después los calificados con privilegio general (Hacienda, Seguridad Social, trabajadores); a continuación, los créditos ordinarios (la mayoría de acreedores, que no suelen contar con garantías); y por último los créditos subordinados (los que tienen especial relación con la concursada, como empresas asociadas).

La Administración Concursal de Eurofinsa estima que la compañía cuenta con un activo valorado en 88 millones de euros para atender a los acreedores. Pero de esa cantidad, buena parte procede de créditos entre empresas del grupo; además, la compañía no ha presentado las cuentas de 2020 ni de 2021, y el administrador concursal ha rebajado de forma considerable el patrimonio y los resultados informados anteriormente por Eurofinsa.

Por estas razones, teniendo en cuenta que los primeros acreedores en cobrar de Eurofinsa serán los calificados con privilegio general y especial (algunos bancos, fondos y Hacienda, y trabajadores, que suman en total 80 millones de euros), y que es previsible que el valor de los 88 millones de euros de la masa activa sea en realidad menor, la mayoría de los acreedores de Eurofinsa no recuperarán un euro.

¿Concurso culpable?

Los acreedores con créditos calificados como ordinarios, como el caso de José María Aznar, la inmensa mayoría, suman en el concurso de Eurofinsa cerca de 100 millones de euros. Proveedores de servicios, empresas, autónomos que no verán un euro.

La única probabilidad existente de que otros acreedores además de Hacienda consigan recuperar parte de su dinero en el concurso de Eurofinsa sería que este fuera calificado culpable.

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La calificación de un concurso de acreedores como culpable permite el embargo de los bienes de los administradores de la empresa. La presentación deficiente por parte de la concursada de la documentación requerida por la Administración Concursal, o deficiencias contables o irregularidades detectadas podrían suponer la declaración de concurso culpable.

Como publicó ayer miércoles este periódico, la Administración Concursal de Eurofinsa advierte que ha detectado irregularidades y falta de colaboración por parte de los administradores de la compañía.