Los abogados de Roman Abramovich, de los despachos franceses Daldewolf y Bonifassi, y los del Consejo de Europa y la Comisión Europea, se vieron las caras esta semana en una vista celebrada en el Tribunal General, en Luxemburgo, por los recursos presentados por el oligarca ruso contra las sanciones impuestas por sus vínculos con Putin.
EL ESPAÑOL-Invertia ha accedido al informe elaborado previo a la vista, en el que se exponen los argumentos de Abramovich para recurrir su permanencia en esa lista de sanciones a empresas y personas físicas que amenacen la soberanía de Ucrania, y los de la Comisión para mantenerle.
Abramovich, que posee las nacionalidades rusa, israelí y portuguesa, "es un oligarca ruso que tiene vínculos estrechos y prolongados con Vladimir Putin", afirma el Consejo de Europa en el informe. "Tiene acceso privilegiado al presidente y mantenía buena relación con él; este vínculo con el líder ruso le ha ayudado a mantener su importante patrimonio", asegura.
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La Comisión Europea recuerda a Abramovich de dónde procede su riqueza y sus lazos con Putin para mantenerle en la 'lista negra'.
En el informe, el organismo se remonta a los años noventa y al Gobierno de Boris Yeltsin, y a las relaciones políticas y empresariales que el expropietario del club británico de fútbol Chelsea ha ido tejiendo desde entonces, para concluir que, en la actualidad, el empresario es una pieza importante del engranaje económico y político del Kremlin, cuya actividad permite financiar la invasión de Ucrania.
Las medidas restrictivas contra Abramovich se han ido prolongando; la última vez el pasado mes de marzo, cuando la Comisión Europea decidió extenderlas hasta el próximo mes de septiembre.
El organismo europeo admite en su informe presentado en Luxemburgo que Abramovich "no forma parte del círculo íntimo del presidente Putin", pero apunta que tiene "vínculos estrechos y duraderos", lo que le ha permitido "gozar de una prestación de carácter general".
La petrolera Sibneft
El Consejo de Europa se remonta en su informe a la época en la que Abramovich controlaba la petrolera rusa Sibneft, a mediados de los años noventa, recién estrenada la Perestroika. "El control de Sibneft tuvo lugar en contrapartida por el apoyo financiero dado a una campaña mediática a favor del expresidente Yeltsin, de quien Putin fue su jefe de gabinete", afirma el Consejo.
"Las reformas económicas impulsadas por la Federación de Rusia habrían hecho posible promover el desarrollo de empresas como Sibneft", cuenta el Consejo de Europa, "lo que había permitido a Abramovich vender sus acciones en 2005 con plusvalía".
El empresario ruso vendió la petrolera Sibneft en 2005 al gigante Gazprom, el mayor productor de gas natural del mundo, propiedad del Estado ruso, en una operación valorada en unos 10.000 millones de euros.
Los abogados de Abramovich señalan en el informe respecto a Sibneft que las reformas implementadas "bajo el presidente Yeltsin no pueden ser consideradas como un beneficio conferido por el presidente Putin", y que el crecimiento de la economía rusa, y también de la petrolera Sibneft, han sido apoyados "por las naciones occidentales, en particular por las inversiones del Banco Mundial y otras organizaciones".
Gobernador Abramovich
También recuerdan el Consejo de Europa y la Comisión Europea el breve paso por la política de Abramovich.
El magnate ruso "supuestamente disfrutó de un acceso privilegiado al presidente Putin, en particular durante su campaña para la elección de Gobernador de la provincia de Chukotka, y esta conexión le habría permitido mantener su riqueza".
Abramovich fue Gobernador de la región rusa de Chukotka entre los años 2000 y 2008; para el segundo mandato fue designado en el cargo directamente por Putin.
Primer accionista de Evraz
En la actualidad, la Comisión Europea y el Consejo de Europa destacan la presencia de Abramovich como primer accionista del grupo siderúrgico Evraz. La multinacional rusa del acero fue suspendida de cotización en Londres a raíz de la invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, y de la aprobación de las sanciones.
Los organismos europeos señalan que el contrato entre Evraz y la compañía ferroviaria estatal rusa "no podía renovarse si el principal accionista no mantenía buenas relaciones con el Gobierno".
Las filiales rusas de Evraz "han suministrado equipos a la Guardia Nacional de Rusia" y tienen fábricas "que suministran equipos al ejército ruso, explosivos y tanques", señalan en el informe presentado en Luxemburgo. Además, recuerdan que en julio de 2022 el Parlamento ruso aprobó un proyecto de ley que obliga a empresas como Evraz a "proporcionar suministros y servicios a las fuerzas armadas por la guerra en Ucrania".
Los abogados de Abramovich sostienen que Evraz "no es una fuente importante de ingresos para la Federación Rusa porque los impuestos pagados van al presupuesto regional, independiente del presupuesto federal". También subrayan que Abramovich 'solo' posee el 28,64% del capital, lo que "no le da posibilidad de determinar las operaciones de dicho grupo". Y que Evraz también ha tenido actividad en Estados Unidos y Canadá.
El Consejo Europeo advierte sin embargo que Evraz es uno "de los 50 mayores contribuyentes de Rusia", que el sector en el que opera es el tercero en términos de recaudación fiscal en el país, y que Abramovich es su primer accionista. En todo caso, recuerda, "el objetivo de las sanciones es ejercer presión sobre el presidente Putin y su Gobierno, así como el debilitamiento de la capacidad de la Federación Rusa para continuar su agresión contra Ucrania".
Podía haberse opuesto a la invasión
Los abogados de Abramovich insisten en su informe elaborado para la vista celebrada esta semana en Luxemburgo en los intentos del magnate por lograr negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania.
Abramovich asegura que utilizó "sus contactos con el Gobierno ruso en el marco de las negociaciones de paz entre las partes rusa y ucraniana, así como en cuanto a la organización de corredores humanitarios". E incide en que las sanciones que se le han impuesto le impide avanzar en posibles negociaciones de paz.
Pero la Comisión subraya que las "actividades filantrópicas y la participación de Abramovich en conversaciones de paz" no son contradictorias con las sanciones y los objetivos perseguidos al imponerlas.
El organismo europeo indica que Abramovich estaba "en condiciones de organizar reuniones con el presidente Putin y no habló contra la política de invasión y anexión del Gobierno ruso en Ucrania".
El oligarca ruso reclama una indemnización de un millón de euros, que sería destinada a una fundación del Chelsea para ayudar a víctimas de conflictos. El Consejo de Europa, apoyado por la Comisión Europea, considera que la indemnización requerida "debe ser rechazada" y que la cantidad solicitada "sería manifiestamente excesiva".