El 22 de agosto de 2017, Amancio Ortega alcanzó a Bill Gates como la persona más rica del mundo, con una fortuna estimada en 72.000 millones de euros. Desde entonces, la llegada de nuevos ricos -Elon Musk-, los vaivenes del precio del petróleo y otras materias primas, el impacto del Covid, o el furor tecnológico, han desplazado al empresario español de los primeros puestos en la lista de los multimillonarios.
En la actualidad, Ortega es la décimosegunda fortuna del planeta, según la publicación especializada Forbes -el fundador de Microsoft ocupa la séptima plaza-, pero el primer accionista de Inditex tiene hoy, posiblemente, más dinero que en cualquier otro momento.
La fortuna de Amancio Ortega (Busdongo de Arbás, León, 1936) es cercana a los 100.000 millones de euros. El valor de Inditex en Bolsa, en la que Ortega tiene una participación del 59,294%, se encuentra prácticamente en máximos históricos, superior a los 109.000 millones.
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Y el valor de los activos inmobiliarios y participaciones en otras compañías que el fundador de Zara controla a través de la sociedad Pontegadea Inversiones, también se sitúa a niveles récord.
De acuerdo con las cuentas individuales del ejercicio de 2022 de Pontegadea Inversiones, recientemente depositadas en Registro Mercantil, consultadas por este diario, la sociedad terminó el pasado año con activos valorados en 91.527 millones de euros (unos 9.000 millones más que en 2021).
La sociedad presidida por Amancio Ortega cerró el ejercicio 2022 con un pasivo de 16.424 millones (100 millones más que un año antes); un patrimonio por importe de 75.103 millones (66.402 millones en 2021); una cifra de negocio de 35.465 millones (5.000 millones más); y un resultado de 6.565 millones (frente a un beneficio de 5.196 millones en 2021).
Pontegadea Inversiones "es la sociedad dominante de mayor activo de un conjunto de sociedades sometidas a una misma unidad de decisión (...) al estar controladas por una persona física", explica la firma en sus cuentas. En concreto, la sociedad y sus filiales "forman unidad de decisión", conjuntamente con Partler 2006 -a través de la cual Ortega posee su participación en Inditex- y Pontegada Reino Unido.
No hay gran compañía española que no haya llamado a la puerta del creador de Zara. También, en alguna ocasión, Telefónica. ¿Por qué Ortega, más rico que nunca, ha rehusado convertirse en accionista relevante de la operadora española, al contrario de Arabia Saudí?
Telefónica, explican fuentes de Pontegadea consultadas por este diario, no es objetivo de inversión. Nunca lo será.
Filosofía de inversión
La sociedad de Amancio Ortega, aseguran, invierte en compañías que permiten a otras ofrecer un servicio, esa es su filosofía. Por ejemplo, Pontegadea no invertirá nunca en Telefónica, pero sí en Telxius, la filial de infraestructuras de la operadora española que gestiona los cables submarinos del grupo.
El pasado año Pontegadea y Telefónica acordaron la adquisición del 40% de Telxius, hasta entonces en manos del fondo estadounidense KKR. La empresa está ahora participada en un 60% por Telefónica y en un 40% por la sociedad de Amancio Ortega.
Pontegadea inició su relación con Telefónica en 2017, cuando compró el 9,9% de Telxius, por 379 millones. En 2021, el grupo presidido por José María Álvarez-Pallete vendió el negocio central de Telxius, las torres de telecomunicaciones, a American Tower, por 7.700 millones de euros. La inversión de Ortega en Telxius está saliendo redonda.
Lo mismo ocurre con las inversiones de Pontegadea en el sector de la energía. La sociedad del dueño del líder mundial de la moda no invertirá nunca, insisten las fuentes consultadas en el grupo gallego, directamente en Iberdrola, Naturgy o en Repsol. Pero sí podrá participar con ellas en sociedades conjuntas, o invertir en las compañías que les permitan dar el servicio que ofrecen.
Pontegadea rechaza entrar en el capital de Repsol, pero no hacer negocios conjuntos. En noviembre de 2021, la firma gallega adquirió cerca del 50% del parque eólico Delta, de Repsol, situado en Aragón, por 245 millones de euros, y unos meses después compró el 49% del complejo fotovoltaico Kappa, en Manzanares (Ciudad Real), por 27 millones, también a la petrolera presidida por Antonio Brufau.
La firma de inversión de Amancio Ortega no será accionista de Iberdrola, no se sentará en el consejo de administración de la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán. Tampoco invertirá en el capital de Naturgy, no compartirá consejo con los fondos de inversión extranjeros del grupo presidido por Francisco Reynés. Pero sí será socio de las compañías que permiten a estas dar el servicio que ofrecen.
Pontegadea se hizo a finales de julio de 2021 con el 5% de la compañía semipública que opera la red eléctrica de España, Redeia (antes Red Eléctrica), en una operación valorada en 456 millones de euros.
En 2019, la sociedad del empresario gallego compró el 5% de Enagas, el gestor técnico del sistema español del gas y transportista de la red de gasoductos, también con participación pública, por 281,6 millones.
Por el momento, la filosofía de inversión de Pontegadea está teniendo buen resultado, con la obtención de fuertes dividendos en los últimos años de sus participadas industriales. El sueño de una 'Telefónica patria', controlada sólo por grandes grupos españoles, ha saltado por los aires esta semana.