La empresa de coworking estadounidense WeWork se declara en bancarrota, tras años de problemas financieros que la llevaron a acarrear una deuda de más de 10.000 millones de dólares (unos 9.340 millones de euros).

La compañía ha anunciado en un comunicado su decisión de acogerse al Capítulo 11 de la ley de bancarrota de Estados Unidos ante un tribunal en Nueva Jersey.

Según los documentos presentados ante el Judicial, la empresa, fundada en 2010 por el empresario israelí Adam Neumann, tiene una deuda que está entre los 10.000 y 50.000 millones de dólares.

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WeWork ha detallado que ya entró en un acuerdo de restructuración de deuda con los acreedores que tienen más de un 92 % de sus pagarés garantizados, que incluye reducir su portafolio de arrendamientos comerciales, mientras se centra en "la continuidad de su negocio".

"Seguimos comprometidos con invertir en nuestros productos, servicios y en nuestros equipo de empleados", ha señalado el director ejecutivo de la compañía David Tolley, en el escrito.

Softbank y Goldman Sach

La empresa, que ofrece espacios de trabajo compartido, ha añadido que espera poder continuar con sus operaciones a nivel global. Además, ha aclarado que la decisión de acogerse a la ley de bancarrota no afectará las franquicias de WeWork fuera de EEUU y Canadá.

Los problemas financieros de la empresa, que alcanzó a estar valorad en 47.000 millones de dólares en 2019 tras una inyección de capital privado por parte de firmas como Softbank o Goldman Sachs, comenzaron a raíz de la pandemia del coronavirus, cuando el modelo de trabajo remoto comenzó a popularizarse en EEUU.