Telegram, uno de las redes sociales alternativas a Whatsapp, ha alcanzado los 900 millones de usuarios a nivel global. Un hito que llega en un momento en el que su fundador Pavel Durov estudia una posible salida a bolsa de la compañía.
En una entrevista con el Financial Times, el también consejero delegado de Telegram ha adelantado que espera que la empresa sea "rentable el próximo año, si no este año". Además, ha agregado que valoran llevar a cabo una OPV (oferta pública de valores) "como un medio para democratizar el acceso al valor de Telegram".
Durov ha destacado que la firma había recibido interés en realizar una pequeña ampliación de capital. En concreto, ha detallado al diario británico que la ampliación de capital "sigue siendo una posibilidad" si quisieran recaudar fondos, por ejemplo, para alimentar sus "ambiciones relacionadas con la inteligencia artificial (IA)".
Por otro lado, el directivo de origen ruso ha subrayado que Telegram ha obtenido "millones de dólares en ingresos después de introducir publicidad y servicios de suscripción premium hace dos años".
Como parte de su esfuerzo por generar nuevos ingresos, Telegram ha estado probando la publicidad en determinadas regiones, exigiendo un gasto mínimo de entre 1 y 10 millones de euros por comercializador o agencia. Este año, planea expandir la oferta a nivel mundial y a anunciantes más pequeños que utilizan sistemas automatizados.
FT recuerda que la compañía ha levantado alrededor de 2.000 millones de dólares (1.830 millones de euros) en varias emisiones de deuda. En concreto, a través de una oferta de bonos por importe de 1.000 millones de dólares en 2021, así como de otras dos emisiones, una de 750 y otra de 270 millones de dólares, realizadas el año pasado.
En un año marcado por varias elecciones presidenciales a nivel mundial, como por ejemplo la de los Estados Unidos, Durov ha abogado por "implementar mecanismos relacionados con la IA para abordar problemas potenciales" relacionados con los contenidos que se distribuyen en su red.
Eso sí, ha advertido que "a menos que crucen líneas rojas, no creo que debamos vigilar a la forma en la se expresan las personas". "Creo que cualquier idea debe ser cuestionada. De lo contrario, podemos degradarnos rápidamente al autoritarismo", ha apuntado.
La red social, que sólo tiene alrededor de 50 empleados a tiempo completo, ha ganado popularidad en los últimos años hasta convertirse en una herramienta de comunicación vital para gobiernos y funcionarios de todo el mundo, así como un salvavidas para los ciudadanos en zonas de conflicto.