Era una pregunta clave a medio plazo. La compañía continúa por ahora en las instalaciones de Palmas Altas, a unos 20 minutos al sur de la ciudad, pero lo hace con un contrato de alquiler que termina a finales de 2025. Y la pregunta de qué harían más allá de esa fecha se ha repetido desde entonces. Ahora la duda se despeja.

La empresa ha decidido, ante la dificultad de arrendar un espacio suficiente para acomodarles, lanzarse a construir, y no quiere cualquier cosa: pretende levantar un edificio emblemático para albergar a los más de 1.000 empleados con los que cuenta en la capital hispalense.

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Tan relevante quieren que sea, que se ha llegado a comparar la envergadura de su proyecto con lo que supuso para Bilbao la Torre Iberdrola. Y aunque no esté clara aún qué altura tendrá la nueva sede, sí parece decidido que será bastante amplia, de unos 20.000 metros cuadrados, y que se ubicará mucho más cerca del centro de la ciudad de lo que está Palmas Altas.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, la compañía ha mostrado interés ya por varios terrenos y tiene sobre la mesa diversos renders para ajustar su proyecto a estos escenarios. Alguna de las opciones que se barajan está tan próxima al casco histórico que se podría llegar andando desde esas futuras oficinas. 

Sea cual sea la opción final, se cerrará pronto. Les aprieta el calendario: si se estima en el sector de la construcción que levantar unas instalaciones de esta naturaleza puede exigir 18 meses y el alquiler de Palmas Altas concluye a finales de 2025, hay que darse prisa para concretar el inicio de obras y la mudanza.

Con todo, no se descarta incluso que el traslado llegue en algún momento de 2026, lo que abriría otra incógnita, la de qué hacer durante ese limbo temporal. En aras de evitarlo, se intentar acelerar el cierre del acuerdo y que se cumpla el deseo de todas las partes involucradas, desde la empresa al Ayuntamiento de Sevilla, que tiene la última palabra sobre el suelo. 

Ese deseo no es otro que garantizar que la compañía se queda en la ciudad. La búsqueda de terrenos se ha debatido en diferentes reuniones durante los últimos meses con las administraciones, y en todas las citas la conclusión, insisten diferentes voces consultadas por este periódico, ha sido la misma: encontrar una solución lo antes posible.

Ahora parece que el asunto encara sus últimos días de reflexión; en realidad se espera que sea cuestión de pocas semanas rubricar un acuerdo. Los primeros compases de la primavera serán claves para tomar la decisión final.