La constructora andaluza Jarquil ha encontrado en la obra civil un filón con amplias posibilidades de aprovechamiento. Y hacia ahí dirigirá sus esfuerzos en este 2024, un año en el que espera superar los 200 millones de euros de facturación tras haber batido el año pasado su récord en este apartado.
La compañía va a priorizar las obras hidráulicas y medioambientales, que considera claves para diversificar su cartera y que no sea tan determinante el peso de la obra residencial, es decir, de viviendas.
La ambiciosa meta es que la obra civil se acerque a la mitad de la facturación, y ya hay planes concretos sobre la mesa para lograrlo.
Los ha expuesto este lunes Diego Chacón, director general de Negocio de la empresa, en el transcurso de un desayuno informativo en Sevilla en sus nuevas oficinas, situadas en la Cartuja.
Así, ha remarcado las contrataciones durante 2023, como la respectiva a las infraestructuras del agua, con nuevas EDAR de Grazalema (Cádiz) y Guadalcázar (Córdoba).
A estas infraestructuras se suman la transformación de las Laderas del Conquero, en Huelva, obra concluida a finales de 2023; y especialmente el sellado del vertedero de Torremolinos (Málaga), el último de Andalucía, un proyecto de gran envergadura, cuyas obras finalizarán a lo largo de 2024.
Hay más: obras de abastecimiento de agua desalada de El Ejido (Almería), estaciones depuradoras de aguas residuales de Talaván (Cáceres), La Malahá (Granada) y Mojácar (Almería), y otros grandes proyectos como la nueva sede de Cajamar en el PITA (Almería) y residencias de estudiantes y personas mayores.
Obra Civil es un apartado que la compañía ve con muchas posibilidades. Es actualmente una de sus cinco grandes áreas de trabajo, que completan Edificación Industrial y Logística, Edificación Residencial, Rehabilitación y Eficiencia Energética, así como Edificación No Residencial, que engloba hoteles, las ya citadas residencias, palacios de congresos o centros comerciales.