La capacidad renovable de Andalucía se ha convertido en una de las grandes apuestas de grandes energéticas que, en su desarrollo, están incrementando el impacto que se genera sobre la economía. El último ejemplo, el de Iberdrola, que remarca cómo durante 2023 generó en la comunidad un impacto de casi 800 millones de euros.
Es un 11% más que en el mismo periodo del año anterior. La compañía señala que la comunidad es "uno de los mayores polos de crecimiento" en España para ellos por su condición dde líder en la generación de energía verde con más de 1.100 MW renovables.
Iberdrola está presente en siete de las ocho provincias y ha iniciado recientemente la construcción del parque fotovoltaico Caparacena, con 330 MW, que pretende poner en marcha a lo largo de este ejercicio.
170 millones en proveedores
Parte del impacto se mide también en las compras sus casi 230 proveedores andaluces. El balance del año pasado es de compras por 170 millones de euros a, entre otros, Andaluza de Montajes Eléctricos, Melesur, Cuadros Eléctricos Nazarenos o Elmya.
Son datos que Iberdrola divulga en vísperas de la celebración este viernes de su Junta General de Accionistas, en la que propondrá por tercer año consecutivo un dividendo de involucración de 0,005 euros brutos por acción (1 euro bruto por cada 200 acciones).
Acelerar inversiones para la transición energética
En el apartado de inversiones, la compañía se ha comprometido a invertir 6.000 millones de euros entre 2024 y 2025 en España para impulsar la electrificación de la economía, ante la llegada de los nuevos usos de la demanda de energía.
"La electrificación no tiene freno", subraya la empresa, dado que hay que incrementar la autosuficiencia energética, la descarbonización, la eficiencia y competitividad.
Su plan pasa por enfocar las inversiones en el desarrollo de más redes para conectar a la industria y nuevos clientes, además de los clientes que inician sus procesos de descarbonización electrificando sus procesos productivos y a un desarrollo selectivo de renovables.
Asimismo, dentro del plan estratégico, la compañía pretende compatibilizar su crecimiento en renovables y redes con el objetivo de llegar a ser neutra en carbono para 2030 en sus centrales de generación y consumos propios y en todas su actividades antes de 2040.