El sector logístico es estratégico para cualquier economía, pero también es un sector diverso y complejo. Para el flujo eficiente de los bienes y servicios en el país se necesita el trabajo especializado de miles de empresas. Algunas se dedican en exclusiva a la logística, como las de transporte, o las que gestionan la organización de los puertos, aunque también hay otro tipo de compañías que intervienen en los entresijos de la operativa diaria, como las empresas de intralogística y las de cadenas de suministro.

En España, la magnitud de la logística no es ninguna excepción y resulta crucial para la economía del país, pues representa el 6,9% del PIB. Una cifra que aumenta hasta el 10% si se añaden las actividades de carácter logístico que llevan a cabo las empresas industriales, comerciales y de servicios. Además, genera casi un millón de puestos de trabajo, con cerca de 218.000 compañías ligadas al sector.

Por su posición privilegiada en el sur de Europa, donde confluyen las grandes rutas de mercancías, España presume de una potente y sólida red de infraestructuras terrestres, aéreas y marítimas por las que se mueven más de dos billones de toneladas de bienes al año. Estos se transportan a través de los más de 17.000 kilómetros de autopistas, 300 parques logísticos y 48 puertos estatales habilitados para el transporte de mercancías.

El sector logístico siempre ha sido un punto fuerte para el país pero, además, después de la recuperación económica tras la pandemia, aumentó el valor del mercado español, que ha experimentado un crecimiento continuado estos últimos años. No obstante, a pesar de gozar de buena salud, los cambios en los patrones de consumo y la creciente competitividad entre empresas, que están cada vez más especializadas, hacen que el sector se enfrente a importantes retos como la digitalización y la sostenibilidad.

5G: el reto de la digitalización

Actualmente se estima que menos del 30% del sector logístico está digitalizado. Sin embargo, la transformación digital de prácticamente todos los sectores industriales y productivos deja constancia de que este proceso puede mejorar significativamente los negocios.

Gestión, mantenimiento de las instalaciones, trazabilidad de los bienes, eficiencia energética, toma de decisiones, bienestar del trabajador… Para agilizar las actividades del sector existen multitud de soluciones tecnológicas, como el big data, cloud edge, analítica de vídeo o el 5G. Este último, especialmente, puede ser un gran aliado en la transformación digital del sector logístico.

El 5G de Telefónica, que ya alcanza más del 89% del territorio en España, ofrece velocidades de descarga ultra rápidas, una mayor capacidad para conectar múltiples dispositivos simultáneamente y una latencia muy baja, permitiendo tiempos de respuesta casi inmediatos. Este tipo de mejoras facilitan la trazabilidad de los bienes distribuidos y posibilita un rápido análisis de gran cantidad de datos, dando como resultado mejoras en la asignación de recursos y en la optimización de los transportes.

La conectividad 5G también favorecerá el guiado automático, tanto dentro como fuera del almacén, mejorando las operaciones de carga y descarga en los vehículos. Para este tipo de operaciones Telefónica contempla, por ejemplo, la incorporación de aplicaciones basadas en realidad aumentada como Smart Picking, una tecnología que se instala en los carros de almacén para optimizar la preparación de pedidos o el uso de drones para hacer el inventariado. Herramientas como esta minimizan errores, mejoran la seguridad de los operarios y permiten una manipulación más precisa de mercancías.

Se espera que todas estas soluciones, habilitadas por el 5G, tengan un impacto significativo en el funcionamiento del sector en los próximos años, ayudando a reducir costes al mejorar la eficiencia de los procesos y la gestión de los activos.

Energía: el reto de la sostenibilidad

El sector logístico es uno de los de mayor actividad en el país, y también es uno de los que más energía consume (el 30%), siendo solamente superado por el industrial (que consume el 31%). En términos medioambientales, se espera que el sector logístico reduzca significativamente su consumo energético en los centros de distribución y transporte, ya que en 2023 las emisiones del sector en España alcanzaron los 87 millones de toneladas de CO2. El objetivo es reducirlas a 2 millones de toneladas para 2050.

Para ello se enfrenta a desafíos como el uso de combustibles renovables, ya que en 2023 solo representaron el 10% del combustible utilizado por las empresas del sector. En 2050 se espera ampliar su uso al 90% y, aunque aplicar estas políticas verdes pueda suponer un inicial incremento de costes, la sostenibilidad en el sector logístico resultará esencial en los próximos años no solo para proteger el medio ambiente, si no para garantizar la rentabilidad de su actividad. Y ya existen plataformas, como la de Telefónica Empresas, que además de monitorizar y telecontrolar las flotas, gestionan su uso de la energía. 

En el futuro más próximo, la digitalización y la sostenibilidad serán dos pilares fundamentales para un sector también fundamental. Así, las innovaciones en infraestructura y tecnología serán una cuestión diferencial para que las empresas logísticas españolas puedan posicionarse a la vanguardia del sector.