La empresa española que observa la Tierra desde el espacio

Las cámaras ópticas de Satlantis se fabrican en Bilbao, pero han dado la vuelta al mundo a bordo de satélites en varias misiones espaciales destinadas a la observación de la Tierra.

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Alrededor de 8.000 satélites artificiales orbitan en la actualidad alrededor de la Tierra. Tienen todo tipo de funciones, desde comunicación, proveer servicios como Internet, predicción meteorológica a numerosas labores de investigación como es la observación de la Tierra. Esta es una disciplina que comenzó en la década de los 60 (cuando se lanzó el primer satélite dedicado a realizar observaciones meteorológicas), pero que se ha convertido en un campo fundamental para la gestión de recursos naturales o la observación de fenómenos globales como el cambio climático.

Ya en el siglo XXI, dentro del campo de la observación se acuñó el término New Space, que hace referencia a una nueva era en la exploración espacial. Esta se caracteriza por la aparición de empresas emergentes con tecnologías disruptivas dispuestas a impulsar la innovación y diversificar la exploración espacial.

España no fue ajena a la ola de creación de empresas en el sector espacial que tuvo lugar a partir de 2010 y fruto de ello nació, en el seno de la Universidad de Florida, Satlantis, una compañía con ADN bilbaíno que fabrica cámaras de alta resolución para la observación de la Tierra.

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De Florida a Bilbao

En 2013, el investigador Rafael Guzmán era el director del departamento de Astrofísica de la Universidad de Florida. “Tenía la idea de desarrollar un telescopio para su investigación de la materia oscura, pero conoció a Cristina Garmendia, la entonces Ministra de Ciencia, y vio que podía desarrollarse un nuevo frente, que era que la cámara, en lugar de mirar hacia las estrellas, mirara hacia el suelo para entrar en el mundo de la Observación de la Tierra. Y con ese proyecto científico nació Satlantis en Estados Unidos”, rememora Juan Tomás Hernani, director ejecutivo de la compañía y el tercer pilar en la creación de Satlantis junto a Guzmán y Garmendia. En 2014, Satlantis trasladó su headquarters a la zona de Bilbao.

Satlantis empezó a desarrollar cámaras ópticas de alta resolución que van integradas en los satélites destinados a misiones de observación de la tierra. Pero, concretando un poco más, explica Hernani, “somos una compañía cuya misión es entender el lenguaje de la luz. ¿Podríamos predecir un incendio si somos capaces de analizar las fotos de un bosque? ¿Podríamos detectar fugas de metano si hacemos una foto de la tubería de un gasoducto? ¿Podríamos ver los plásticos en el mar?”.

Para ello, hay que tener en cuenta el concepto del espectro. Este término se refiere a la gama de longitudes de onda de luz que una cámara puede captar. Son varias, dependiendo de los tipos de radiación electromagnética emitida, es decir, de la luz. Está la luz visible, que es la que ve el ojo humano, el infrarrojo cercano, el infrarrojo térmico, la luz ultravioleta… Cada tipo de cámara está diseñada para ser sensible a un rango específico del espectro electromagnético, dependiendo de su aplicación y tecnología.

En concreto, las cámaras de Satlantis, “a pesar de su tamaño consiguen unas resoluciones importantísimas. Empezamos con resoluciones más altas y en la actualidad nos hemos concentrado en mejorar la resolución espectral, es decir, antes más pequeñas y a medida que estiramos vamos aumentando la resolución de las cámaras y cada vez podemos sacar fotos más precisas, estirando también el espectro. Antes veíamos solamente el espectro visible y ahora vemos también fotos en infrarrojo cercano, que el ojo humano no es capaz de ver. Nuestros últimos desarrollos son cámaras térmicas que van todavía más allá de este espectro”, aclara Hernani.

A partir de las imágenes obtenidas, “haces un análisis algorítmico y empiezas a resolver problemas que son muy interesantes. Te permiten cuantificar recursos naturales, plantearte la seguridad alimentaria sobre fertilización, calidad de las aguas, pesca ilegal…”, explica el director de Satlantis.

Así, las cámaras para la observación terrestre se han convertido en poco tiempo en una herramienta extremadamente útil para analizar los recursos de un país o valorar el estado de grandes infraestructuras, como los gasoductos. Y Satlantis ha desarrollado una tecnología “que permite conocer cómo están cambiando constantemente los recursos.Existen sistemas de monitorización en tierra, pero un satélite es una herramienta que pasa a siete kilómetros por segundo y en un par de minutos ha recorrido miles de kilómetros que te permiten capturar información de manera rapidísima”, añade Hernani.

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El futuro del sector espacial

Satlantis completó su primera misión en mayo de 2020, tras casi 6 años de investigación, desarrollo y validación de su tecnología. Volaron su primera cámara integrada en un satélite para una misión con JAXA (la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial). Con ello, afirma Hernani, “demostramos al mundo que nuestra propuesta disruptiva de cámara muy pequeñita era capaz de dar resoluciones de 80 centímetros”. Para entender el contexto, las cámaras comerciales tienen una resolución de entre 2 y 5 metros.

En el año 2021 volaron su segunda misión, esta vez con la NASA, y entonces “probamos que éramos capaces de hacer una cámara todavía más pequeña y además le metimos movimiento y fue una cámara en color”, continúa Hernani. En su tercera misión, ya en 2022, “volamos no solo una cámara, sino un satélite, que fue Urdaneta. En 2023 volamos un segundo satélite que fue Geisat y en 2024 hemos volado Horacio, además de una carga útil óptica lanzada en 2023 en la misión de la ESA MANTIS”, resume el director ejecutivo de Satlantis.

En breve tienen previsto lanzar un nuevo satélite, Garai, con el que “pasaremos de 20 kilos a 115 kilos y ya estableceremos un tipo de proyectos mucho mayor”, asegura Hernani. La empresa ha crecido al mismo ritmo vertiginoso al que se han ido multiplicando sus misiones. Ha colaborado con grandes corporaciones como la NASA, la ESA, JAXA o SpaceX y ha pasado de tener apenas veinte empleados a convertirse en una mediana compañía con casi 150 trabajadores. Su cifra de negocio se ha triplicado en los últimos tres años y solo en 2023 sus ingresos crecieron nada menos que un 54%.

Un crecimiento meteórico que se ha gestado mediante una cuidadosa gestión y financiación durante los primeros años de la compañía. Especialmente en la primera fase de una empresa, advierte Hernani, “no puedes vivir de lo que facturas a tus clientes, necesitas recursos y estar muy atento a la tecnología que aportas y su capacidad de competir con otras tecnologías del mercado. Creo que Satlantis ha tenido siempre esta visión holística y financieramente nos hemos preocupado de tener siempre dinero. A pesar de ser una compañía mediana, tenemos una capacidad financiera muy alta desde el primer momento. Fuimos a los bancos y conseguimos un acompañamiento bancario complementario a los recursos propios, y aquí el Banco Sabadell fue nuestro banco de cabecera, siempre acompañándonos en el proceso de crecimiento”.

La contribución del Sabadell ha sido esencial para Satlantis y, una de las razones porque las escogieron esta entidad para buscar financiación fue, según Hernani, “que el banco está muy en contacto con el sector tecnológico. Eso le permite anticiparse y darte una serie de apoyos de cara a saber cómo funcionan los incentivos fiscales, a poder buscar inversores o gestionar algún tipo de ayudas”.

Los buenos resultados, tanto los económicos como los tecnológicos, han permitido a Satlantis establecerse como una compañía líder en las tecnologías de observación de la Tierra. “Creo que es una compañía de cámaras que ha sabido integrar misiones completas alrededor de las cámaras y las vende satisfactoriamente al mundo. Somos una compañía con una cuenta potente que está demostrando que ha acertado en su planteamiento tecnológico. Pero también es una empresa joven que tiene unas buenas bases financieras para abordar sus siguientes pasos”, asegura su CEO.

Hoy en día Satlantis se encuentra a la vanguardia del sector espacial en España, y abre la puerta a la creación de muchas más empresas para diversificar y ampliar la industria en nuestro país. Para Hernani, “representamos empleos que hace años no existían. Empleos de alta tecnología, de gente joven. Tenemos que ser capaces de que nuestros sectores industriales y tecnológicos continúen su desarrollo y crecimiento. El sector espacio hace nada no se veía y hoy se está abriendo a una capacidad gigantesca”.

Empresas de vanguardia

Exploramos el poder transformador de algunas de las empresas del tejido productivo español. Empresas que no solo anticipan el futuro gracias a su visión, sino que lo moldean, desarrollando tecnologías y soluciones que pretenden mejorar la vida de las personas. Una visión y voluntad de innovación que Banco Sabadell comparte a través del apoyo a estas empresas y proyectos. En este espacio descubriremos cómo todas ellas redefinen los límites de la innovación gracias a su visión y firme compromiso con la creación de un mundo mejor.

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