Tecnología de última generación para ganar en eficiencia y sostenibilidad
Naturgy implementa dispositivos como drones o cámaras inteligentes para labores de mantenimiento y vigilancia medioambiental en zonas donde se ubican instalaciones clave.
La tecnología y la innovación, de la mano de las buenas ideas, han permitido que la sociedad avance sustancialmente en todos los ámbitos. Se trata de un crecimiento exponencial que ha abierto la puerta a posibilidades insospechadas décadas atrás y que se manifiesta en prácticas más eficientes y, de acuerdo a la conciencia medioambiental, mucho más sostenibles y más respetuosas con el entorno y los recursos. En el caso de una compañía energética como Naturgy, este paradigma resulta aún más valioso: herramientas como la inteligencia artificial o los drones marcan un antes y un después en la gestión de infraestructuras críticas.
UFD, distribuidora de electricidad de Naturgy, está mostrando una gran proactividad en este campo. La compañía está enarbolando un ejercicio de liderazgo en la implementación de mecanismos que ‘delegan’ en la tecnología parte del trabajo. Entre las soluciones propuestas por Naturgy destacan, especialmente, aquellas que tienen que ver con el mantenimiento o vigilancia medioambiental en sus instalaciones o en las proximidades. Se trata de lugares en los que la tecnología de última generación con la que se trabaja va en una doble dirección: alcanzar la máxima eficiencia, por una parte; y minimizar el impacto en el entorno, por otro.
El esquema sobre el que se basan algunas de estas soluciones tecnológicas es sencillo. Cualquiera puede entender la idea de usar un dron para monitorizar tendidos eléctricos o utilizar cámaras con sensores en las torres que sostienen estas líneas. Sin embargo, poner en práctica este tipo de implementación es algo complejo y que exige una minuciosa planificación desde muchos puntos de vista para tener una aplicación real que se ajuste a los parámetros de calidad, de seguridad y de eficiencia que se persiguen. Por eso, antes de escalar alguna de estas iniciativas a un entorno real es preciso analizar muy bien los resultados de los proyectos piloto que se diseñan.
Seguridad, eficiencia y sostenibilidad
José Luis Vallejo, responsable de Innovación de UFD, cuantifica en “decenas de proyectos” aquellos con los que la empresa “trata de encontrar las soluciones tecnológicas óptimas para conseguir mejorar en eficiencia, seguridad e integración con el medio ambiente”. Estos criterios son un punto de partida para este catálogo pero también hay que atender a otros aspectos. Por ejemplo, la extensión de muchas de estas instalaciones y su accesibilidad, que a veces constituye un problema si la orografía es complicada: “Un ejemplo de ello es todo lo que estamos haciendo en relación con las líneas aéreas. Tenemos más de 100.000 kilómetros de líneas eléctricas en nuestra red, las cuales tenemos que vigilar periódicamente y asegurar tanto su estado técnico como su seguridad”.
En este caso, UFD está utilizando drones, “pero no los drones convencionales”, matiza Vallejo, “sino de largo alcance, que permiten capturar información muy valiosa con la que generar gemelos digitales sobre los que hacer una gestión a distancia de la vegetación o el estado de las líneas de una forma muy eficiente y segura”, explica.
“Tratamos de encontrar las soluciones tecnológicas óptimas para conseguir mejorar en eficiencia, seguridad e integración con el medio ambiente”
El uso de estos dispositivos “supone un cambio trascendental en cómo hacemos las cosas y cómo veníamos haciéndolas anteriormente”, según Maite Hormigo, técnica del equipo de Innovación en el Sistema de Distribución de UFD. “Tradicionalmente tenemos vigiladas nuestras líneas a través de helicópteros o bien con personal a pie que las recorre y las revisa. Ahora hacemos un proceso totalmente diferente y automatizado. Por un lado, estos drones capturan la información que nos hace falta para hacer esa revisión, y por otro, analizamos estos datos usando soporte de inteligencia artificial para detectar posibles incidencias y corregirlas lo antes posible. Esto nos ayuda a tener un proceso muchísimo más preciso, más seguro para las personas y mucho más sostenible con el medio ambiente”, describe.
La alusión al medio ambiente es una constante a la hora de describir este tipo de proyectos. Otra de las ventajas que tiene el uso de la tecnología aplicada a este tipo de trabajos es la posibilidad de extender, de alguna manera, la vigilancia a los parajes naturales donde se ubican torres, líneas u otro tipo de instalaciones. Hormigo introduce en este punto otra de las bondades del sistema que redunda en un beneficio para la naturaleza y que está íntimamente ligada a este tipo de revisiones: la poda y tala controlada de la vegetación: “Podemos medir con bastante precisión la distancia de nuestras instalaciones a objetos o cosas que haya en el entorno, a un árbol o a una masa de vegetación. Y con esto se pueden hacer unos planes de tala y poda muy optimizados. Además tenemos fotos de las especies, con lo cual tenemos en cuenta la velocidad de crecimiento. Esto nos ayuda a hacer unos planes de mantenimiento muy optimizados en función de cómo está ahora mismo la instalación en su entorno y una simulación de cómo estará a futuro”, describe.
Hoy en día, con los drones se revisan 9.000 kilómetros de líneas. Puede parecer poco con relación a toda la infraestructura de este tipo que tiene la compañía, pero se trata de un hito tanto para la industria eléctrica como para el sector aeronáutico europeo. En este esquema, las sinergias son necesarias para que todo salga bien. En este caso concreto, UFD, distribuidora eléctrica de Naturgy, mantiene una alianza de largo recorrido con la start-up navarra FuVex, que “se encarga de la producción del equipo del dron y de la operativa”, indica Hormigo. Además, para este tipo de vuelos también es imprescindible la colaboración con entidades como la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y con ENAIRE.
Alerta temprana contra incendios
Otro de los proyectos bandera de Naturgy en este campo es Fire Detection. “Es un equipo que incorpora una tecnología consistente en cámaras 360 y dotada de sensores que recogen temperatura, humedad del ambiente y presión atmosférica. Con esos datos se pretende detectar patrones tanto de humo como de incendios para ser capaz de dar alertas tempranas de la existencia de algún tipo de fuego en los bosques que cruzan nuestras instalaciones”, describe Javier Franco, técnico en el departamento de Innovación de UFD.
Para facilitar esta tarea, estas “atalayas de vigilancia” se ubican “en los sitios más elevados, para permitir una visión circular con la mayor cobertura”. Los dispositivos, cuenta Javier Franco, están dotados de “tecnología de cámara en movimiento que nos permite hacer un recorrido 360 del medio circundante y, en caso necesario, focalizar y hacer zoom en zonas específicas”. Además, añade, “tienen su propio sistema energético, lo que les permite ser totalmente autónomos para hacer una vigilancia 24/7”.
Fire Detection está funcionando ya a través de 20 dispositivos que cubren un área de aproximadamente 430 km2 en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés, en la provincia de Ourense (Galicia), un espacio natural de alto valor ecológico.
Cámara 360º
Control de riesgos ambientales
Detección inmediata de patrones de fuego y humo
Algoritmos de riesgos ambientales
Un futuro pleno de innovación
La constante evolución de la tecnología ayuda a que incluso en estas nuevas soluciones digitales siempre haya un margen de mejora. Por eso, de cara al futuro, la atención de Naturgy sigue focalizada en todo lo que pueda contribuir a la eficiencia y la sostenibilidad de su actividad. “Pensamos que la innovación está en la intersección del conocimiento del negocio y el conocimiento de la tecnología disponible. En nuestra actividad lo hacemos de una forma sencilla pero a la vez compleja”, explica José Luis Vallejo. “Por un lado, somos una unidad con vocación de servicio. Tratamos de ayudar a nuestros compañeros a resolver sus problemas o hacer las cosas de la mejor manera posible; y por el otro lado, tenemos un conocimiento de la tecnología y de los diferentes actores involucrados”.
Uno de los proyectos a futuro más alentador de todos los que tiene en cartera la compañía es el que Vallejo, responsable de Innovación de UFD, denomina como “arquitectura avanzada de baja tensión, que consiste en adecuar la red para facilitar la transición energética mediante el desarrollo de una serie de equipos digitales y herramientas para preparar la red de baja tensión para soportar la expansión del vehículo eléctrico y la generación distribuida, manteniéndola siempre en parámetros óptimos. Este proyecto es muy importante porque es nuestro papel fundamental como distribuidora: facilitar la transición energética y acompañar a la sociedad en este camino”, añade.
#BuenaHuella es el proyecto de comunicación sostenible de Branded Content & Publicidad Nativa del grupo Naturgy para medir, reducir y neutralizar la huella de carbono en todos sus contenidos y campañas publicitarias. Se trata de una iniciativa que impulsa la protección ambiental, alineada con el compromiso de la empresa de promover prácticas sostenibles y de responsabilidad social.
Desde EL ESPAÑOL también queremos implicarnos activamente con esta filosofía y por eso hemos intentado maximizar las alternativas sostenibles en todo lo que tiene que ver con la elaboración de nuestros reportajes. Para este artículo, por ejemplo, hemos apostado por vehículos eléctricos e híbridos para acudir al lugar de grabación y, ya en redacción, hemos priorizado la eficiencia energética incidiendo en acortar todos los procesos de producción para reducir los consumos de todos los equipos implicados.
Son pequeños detalles que suman en esta tarea de reducir y mitigar nuestro impacto y que tienen mucho que ver con el espíritu de #BuenaHuella, motivarnos a todos para que, en la medida de nuestras posibilidades, ayudemos a mejorar el planeta.