Riquelme (Cox), sobre la caída en Bolsa: "No sabíamos quién vendía. Se te pasa por la cabeza cualquier barbaridad"
- La compañía sostiene que ahora sí cierra completamente la fase post compra de Abengoa. Cerrarán el año con un ebitda de entre 175 y 200 millones.
- Más información: Riquelme (Cox): "Nuestra debilidad es la liquidez de la acción, pero trabajaremos en ella para ser opción al Ibex 35"
Como si hubiera que elegir entre 'susto o muerte', este año han rondado la Bolsa varias compañías listas para jugarse los restos. Y ha habido de todo. Puig tardó varios meses es recomponerse del susto inicial y Europastry se quedó con 'muerte' al suspender la salida. La última ha sido Cox, que se halla por ahora en unas razonables tablas, teniendo en cuenta que la empresa se dejó el 12% de su capitalización bursátil en la sesión inaugural.
Un descenso al sótano prácticamente tras sonar la campana que sumía en la perplejidad al mercado, pero sobre todo a los propios protagonistas. "No sabíamos quién estaba vendiendo. Se te pasa por la cabeza cualquier barbaridad", recuerda en entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia su presidente, Enrique Riquelme.
Aquel día el precio de la acción, que ya partía en el rango más bajo de la horquilla prevista -10,23 euros- se desplomó un 7%. Cox valía en bolsa al cierre de jornada 708 millones de euros, casi 100 menos que en el arranque, un notable zarandeo tras varios días de modificaciones sobre las condiciones de su salida a la que se sumó incluso un retraso de la fecha programada para llegar al parqué.
¿Qué pasó? El presidente de la compañía guarda silencio ante las informaciones que apuntan a HNA, que contaba con una participación del 4,65% antes de la salida a bolsa y que se deshizo -contraviniendo lo esperado- rápidamente del paquete, vendiendo 10 millones de euros y hundiendo con ello la acción.
Prefiere comentar apenas la parte positiva: los títulos fueron adquiridos por nuevos compradores, englobados en el capital flotante, y volvió el equilibrio.
Dos semanas después, ¿qué balance hace de la salida a bolsa?
Pues un balance tremendamente positivo, a pesar un poco de las circunstancias globales y nacionales de otros procesos. Yo creo que el objetivo está conseguido, tenemos las capacidades y las herramientas financieras para poder hacer el 100% de nuestro plan estratégico, que termina en 2028, y es también un hito que marca un antes y un después.
Se cierra un ciclo y se abre uno nuevo en un plan que nos obliga a una transparencia, a unos objetivos trimestrales y un nivel de exigencia que ya podíamos tener, porque presionamos, pero es que ahora es obligatorio ese nivel de exigencia y transparencia.
Contamos con una infinidad de herramientas financieras para poder operar. Y bueno, ninguna compañía va a ser mejor que el talento que tenga, entonces necesitamos tener el mejor talento posible, ser un polo de atracción. Esto, junto con proveedores y clientes, institucionalmente, con los diferentes mercados donde operamos, pues te da un nivel de credibilidad, de confianza, envidiable.
A principios de octubre, cuando se anunció formalmente la intención de salir a Bolsa, la valoración que se manejaba de la compañía rondaba los 1.300 millones, pero acabó saliendo con una de 800. ¿Qué ha pasado en el camino?
Pues han pasado los mercados, los anclas. O sea, unos grupos estratégicos que fueron públicos y otros más que no fueron públicos, pero que también estaban, y que estaban a valoraciones de ese tamaño, de ese rango.
¿Hubo mucho optimismo?
No, hubo mucho conocimiento de la compañía. Con los tickets que van, llevan meses trabajando y conociendo la compañía. Nosotros necesitábamos volumen y necesitábamos diversificar.
Y tú puedes diversificar con un perfil de inversor que te va a permitir estar en esos rangos o diversificar en cuanto a tipo de inversor, con un perfil extremadamente profesional y que todas las compañías quieren tener: grupos de fondos de pensiones o fondos de estructura, especialistas en agua, grandes family office en el mundo, gestoras de primer nivel mundial... Y como no les permitía por tiempos y por tamaño de nuestra operación, dijeron que necesitaban ese precio y dijimos 'ok, estamos de acuerdo, hago una operación más pequeña'.
Y yo como accionista también quiero ir a este precio, así que voy con más. Me había comprometido a ir con 15 millones y puse más de 35 millones. Al final me adjudicaron menos, pero casi por ahí. Pero Alberto Zardoya, mi socio, igual: 'a este precio también vamos nosotros'. Entonces creo que aquí ha habido unas circunstancias diferentes de mercado. No solo es que no vendemos, es que además reinvertimos y nos quedamos.
Y cuando algunos accionistas han conocido quienes son los compañeros de viaje para el futuro crecimiento, pues te das cuenta de que son los que queríamos tener.
Los últimos dos días antes de la salida a Bolsa también hubo cambios de última hora, y un atraso con la fecha prevista ¿dónde estaba el nudo gordiano en esas horas? ¿Era la horquilla de precios?
Nunca fue la horquilla de precios. El libro lo tuvimos sobresuscrito en todas las etapas. Lo que pasa es que para cerrar el libro necesitabas que estuviese el 100% del capital. Luego los bancos con sus grandes fondos te iban cambiando las órdenes para ajustar precio, valoración o presionar.
Te van midiendo para ver hasta donde llegas, ya hemos visto otras veces pasadas lo que ha pasado al final. Y nosotros estábamos tranquilos. El día que hicimos el intention to float (en jerga financiera, comunicar al mercado la intención de cotizar) sabía perfectamente que seríamos 100% seguros.
No me atrevo a hacer un intention to float sin tener cubierto un plan A, B, C y D ni de broma. Y aquí teníamos plan A, B, C y D.
¿Cuáles fueron los retrasos? Teníamos previsto salir el jueves y ya el viernes el toque de campana. Los tiempos fueron al final del día, el miércoles. Muchos de nuestros inversores son inversores en Estados Unidos, aquí la tarde es su mañana y todo llegó al pasar las 00:00 de la noche. Habíamos comunicado que salíamos el jueves y si pasaba de la medianoche, por deferencia también con la CNMV, dijimos que quizá lo tenemos que mover un día más. No hubo ninguna tensión por ese lado.
Y el viernes tocamos la campana y pudimos descansar también de todo lo que pasó con el precio. No esperábamos lo que pasó y no sabíamos quién estaba vendiendo. Se te pasa por la cabeza cualquier barbaridad.
"No me atrevo a hacer un intention to float sin tener cubierto un plan A, B, C y D ni de broma. Y aquí teníamos plan A, B, C y D"
¿Parte negativa? Pues te complica el día. ¿Parte positiva una vez que está superado? La acción recuperó y aunque sin preverlo se vendan 10 millones de euros pues hay también compradores por 10 millones de euros. Y eso también está bien, porque no sabíamos que el mercado iba a reaccionar así.
La sensación con los cambios y ajustes, en realidad, era que ustedes tenían que salir a bolsa sí o sí.
Había que salir sí o sí, claro.
¿Por qué? Cuando presentaron en primavera resultados y la salida a bolsa estaba solo en estudio aseguró que la compañía podía seguir perfectamente con su plan estratégico sin lanzarse al parqué.
Y así es. Antes de la salida a bolsa teníamos en tesorería más de 120 millones de euros. Tenemos una deuda con recurso de 9 y tenemos 150 millones de project finance. En la mayoría de activos no tengo ni siquiera deuda. Tenemos un negocio que genera un ebitda muy importante, este año estará en un rango de 175 y 200 millones de euros, frente a 103 del año pasado.
Teníamos que salir sí o sí por las circunstancias que rodean a este proyecto: de donde viene, los activos, lo rápido, lo disruptivo... el día que dijimos intention to float, sí o sí se sale.
La compañía, ahora capitalizada, con 120 millones, más 185 millones (levantados en bolsa), más la caja, más el crecimiento... vamos a acelerar el plan que tenemos. Podíamos cobrar mucho más de fondos de infra o mega family offices y seguimos privados. Pero se decidió que no era el objetivo.
Siguientes pasos: ir cumpliendo trimestre a trimestre. Y al final, pues tener una acción y un free float que te permite ser soberana. Si lo hacemos mal, que nos castiguen, y si lo hacemos bien, pues que la acción vaya creciendo.
Y como creo que este Plan estratégico 2024-2028 supone hacer delivery, bastante sensato, tecnológicamente muy probado, en nivel de riesgos adecuados (pues eliminamos ciertos riesgos geográficos y técnicos), con el foco en muchas menos geografías, en energía, en agua en un nicho muy concreto... estamos muy cómodos. También porque creemos que en Navidad se verá reconocido en los informes de los analistas. Será entonces cuando puedan exponer sus análisis.
Teniendo en cuenta también las elecciones de Estados Unidos. Teniendo en cuenta el momento que atraviesan las renovables, con mucho en contra, ¿era realmente necesario salir?
Si decimos que vamos a hacer una cosa, se hace. Y más en esta compañía, con las circunstancias que tiene alrededor. ¿Era necesario? Sí. ¿Para qué? Para el capital humano de la compañía, a nivel global, para atraer talento, para los clientes, para los proveedores. Un cambio de ciclo totalmente definitivo.
Con la adquisición de señales productivas ha habido un proceso y era el hito que marcaba de verdad un antes y un después. Y ahora te das cuenta de que la gente lleva la camiseta puesta de Cox, que la gente confía en la compañía.
"Si decimos que vamos a hacer una cosa, se hace. Y más en esta compañía, con las circunstancias que tiene alrededor"
A esto le sumas el hito de que en un año y medio han pasado de estar algunos de ellos viendo la liquidación muy cerca de estar ganando dinero... Pues vuelven a ser unos rockstar cada uno en su sector, en su país, en su nicho, con un modelo de negocio que se entiende perfectamente y con caja para hacer un plan de negocio de inversión de más de 3.000 millones. Es un orgullo, es una de las pocas compañías españolas que tienen un liderazgo mundial en algo y que además española de verdad.
Una vez en bolsa, ¿qué cambia en el plan estratégico?
Por vocación nuestra lo que hemos hecho toda la vida es tratar de acelerar siempre todo lo que se pueda. Porque por otro lado siempre se retrasará por alguna razón. Entonces, hay que acelerar.
Hoy lo que esperamos es, sin poner en riesgo de ningún tipo al accionista o el valor del grupo, seguir cumpliendo el plan que tenemos. ¿Cuál es nuestra obligación? Nos gustaría desde el punto de vista ejecutivo, del consejo, seguir viendo oportunidades que nos permitan acelerar el plan, que podrán llegar o no, pero nuestra obligación es verlas y lo estamos haciendo.
También se ha dicho que se iba a empezar ya a pensar en el siguiente plan.
Se está trabajando ya en él, sí.
¿Eso significa que la meta para el final del actual, en 2028, se puede alcanzar antes y quieren prepararse?
Cómo que se puede, se puede y lo voy a intentar, pero no. Nosotros hemos ido al mercado con un plan donde queremos invertir esta cantidad de capital en activos que nos generen ebitda recurrente de agua y energía.
Tenemos hasta el verano que viene para poder definir si hay algún cambio para algún otro activo o concesión que veamos o una oportunidad para cambiar unos por otros. Tenemos hoy más producto que capital, por lo tanto, tenemos que invertir muy bien los 3.000 millones de Capex que hemos comprometido al mercado.
Nuestra estrategia es la que ya se empezó hace un año. Crear y generar producto, plantar la semillita para que a partir del 27-28 tengamos un pipeline de activos para iniciar construcción de esos mismos, como activos propios, para el siguiente business plan.
¿De qué tamaño va a ser el siguiente viene plan?
No sé, estamos empezando por este. Si hacemos todo el delivery que tenemos que hacer, pues en lo que estamos trabajando es en un tamaño superior a este plan que tenemos y en una actividad muy parecida, muy enfocada en el agua y la energía. Quizá nos abramos a otro tipo de tecnologías más en energía que las que estamos trabajando, como Malta, que es un tipo de almacenamiento diferente.
Ahora, este plan: solar fotovoltaico, almacenamiento, algo de eólico para algún proyecto que necesitamos, agua, desalación principalmente y agua de potabilizadora, una línea de transmisión, o sea, proyectos tecnológicamente muy probados por nosotros. No vamos a entrar en este plan en ningún riesgo tecnológico.
¿Cómo va el balance de licitaciones ya casi a cierre de año?
Hemos superado nuestras expectativas de acumulación y del 2024 muy por encima de lo que teníamos previsto. Llevamos más de 2.000 millones contratados. Cuando llegamos, estaba a cero, ¿eh?