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Históricamente, el mar ha tenido un notable papel en la economía de España. Es uno de los países con más kilómetros de costa de toda la Unión Europea y su estratégica ubicación entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo lo convierten en una potencia marítima. No es de extrañar, así, que por nuestros puertos pasen las principales rutas mercantiles (el barco es el medio de transporte más utilizado por los países de la eurozona para comercializar sus productos y el 60% de las exportaciones nacionales viajan por mar).

La llamada economía azul -que reconoce el mar como piedra angular de la economía- se ha afianzado gracias a la sólida infraestructura portuaria de España, compuesta por 46 puertos de interés general, coordinados por Puertos del Estado y operados por 28 autoridades portuarias. Pero más allá de un lugar de carga y descarga, los puertos españoles se han convertido hoy en importantes nodos de innovación y motor para la creación de empleo y riqueza.

Impacto económico del sector portuario

El impacto económico total del sector portuario se cifra en 24.304 millones de euros y 250.000 empleos, lo que representa aproximadamente el 2,2% del PIB y el 1,4% del empleo total de la economía, sumando efectos directos, indirectos e inducidos, según el “Estudio del impacto económico de los puertos de interés general sobre el conjunto de la economía española”, llevado a cabo por Puertos del Estado.

La facturación anual del sector se cifra en unos 16.000 millones de euros, lo que representa el 0,7% de toda la producción española. Además, este informe indica que por cada euro de valor añadido generado por el sector portuario, la economía recibe 2,3 euros adicionales. Y por cada puesto de trabajo (esta industria cuenta con 84.000 empleos directos) se generan tres adicionales.

En este informe también se simula un escenario hipotético de desaparición de los puertos, en el que se estima el coste que tendría el reajustar el resto de sectores económicos para visibilizar los beneficios y servicios que aportan las infraestructuras portuarias frente a otras alternativas logísticas. En esta simulación se afirma que la dependencia estructural de los puertos afectaría al 50% del PIB nacional y al 60% de la producción.

Asimismo, las cifras de este reciente estudio apuntan a un considerable aumento de la productividad del sector, en comparación con el anterior informe (realizado en 2008). Se estima que el valor añadido de la actividad portuaria ha crecido un 15% frente al 10% de la actividad económica global, es decir, que los puertos han ganado eficiencia y crecen con más rapidez que la media del resto de sectores económicos.

Sostenibilidad económica y medioambiental

Por otro lado, para el sector portuario resulta tan importante el buen rendimiento económico del sector como la sostenibilidad de su actividad, por lo que en los últimos años han emprendido varias iniciativas para la descarbonización de los puertos, contribuyendo con la transición energética en España.

Para ello se están siguiendo tres líneas de actuación fundamentales: la electrificación de muelles para el suministro de energía eléctrica a buques con origen en fuentes renovables, la generación y provisión en puerto de combustibles alternativos y su papel como base logística para la eólica marina.

Alcanzar estos objetivos pasa por acciones dirigidas, en definitiva, a reducir la huella de carbono de los puertos. Entre ellas están, por ejemplo, con proyectos de autoconsumo o estableciendo criterios de contratación ‘verdes’ para fomentar el uso de materiales con baja huella de carbono en las nuevas obras portuarias. Con estas medidas se espera reducir, para 2030, un 50% la huella de carbono de los puertos.

Y no sólo en los puertos, también se busca la sostenibilidad en las cadenas de transporte que tienen su origen o destino en los puertos. En este caso se estimula el transporte marítimo de corta distancia, impulsando el transporte ferroviario con origen y destino en puertos (tiene menos emisiones que el transporte por carretera) y desarrollando infraestructuras y servicios de suministro de combustibles alternativos. Aquí se enmarca también la tecnología OPS (Onshore Power Supply), un sistema que permite a los buques atracados en puerto conectarse a la red eléctrica para mantener el suministro de energía y, de esta manera, poder apagar los motores auxiliares reduciendo ruido y emisiones.

Por otra parte, la industria portuaria quiere contribuir a la descarbonización del sector energético, para lo cual promoverá la transformación de la energía en las instalaciones portuarias, apostando por los combustibles alternativos (hidrógeno verde, metanol, amoníaco…) y el desarrollo de las energías renovables marinas.

*'El mar, aliado fundamental de España en su despliegue comercial en el mundo' es un contenido elaborado por Marcas Ñ, la sección de Branded Content de EL ESPAÑOL, en colaboración con Puertos del Estado.