Una envasadora de aceite de oliva Carbonell.

Una envasadora de aceite de oliva Carbonell. Deoleo

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Moody's degrada la calificación de Deoleo por una reclamación judicial millonaria de Italia y añade dudas a su refinanciación

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Moody's baja la calificación de Deoleo. La compañía dueña de marcas como Carbonell u Hojiblanca pasa de tener una 'B3' a una 'Caa1' por los riesgos que, apunta la agencia crediticia, se derivan de la disputa fiscal que mantiene en Italia sobre su unidad en ese país, Carapelli Firenze, que puede derivar en el pago de por unos 89 millones de euros.

Se trata de un litigio por aranceles en la importación de aceite de oliva que se remonta a 2014. Carapelli Firenze compraba a través de su filial suiza aceite de fuera de la Unión Europea, lo procesaba en Italia y luego lo enviaba embotellado a Suiza para su exportación a países extracomunitarios. Con el procedimiento, la empresa sostenía que podía beneficiarse de algunas exenciones arancelarias.

La aduana italiana no lo vio así. La cuestión lleva años en los tribunales y Deoleo, que ha recibido algunas sentencias favorables, encontró el revés en noviembre, cuando Carapelli Firenze recibió de un tribunal italiano la notificación de una sentencia desfavorable que incluye una reclamación de 89 millones de euros, que incluyen unos 26 millones de euros atribuidos a intereses.

A pesar de la incertidumbre sobre el posible resultado final, Moody's cree que es una cantidad considerable en relación con el Ebitda y la capacidad de generación de flujo de caja de la empresa.

"Si esta decisión se mantiene, tiene el potencial de debilitar el perfil financiero de Deoleo, a pesar de la incertidumbre sobre el momento y las condiciones de dicho pago", ha afirmado Valentino Balletta, analista de calificaciones de Moody's.

Asimismo, Moody's ha mantenido la perspectiva 'negativa', que resalta el riesgo y la incertidumbre que rodean el fallo, que podría perjudicar materialmente las métricas crediticias de la compañía y debilitar su liquidez, así como el mayor riesgo de refinanciación de los vencimientos de su deuda.

La acción de calificación resalta las preocupaciones de Moody's sobre la capacidad de la compañía para hacer frente a sus vencimientos de deuda en 2025 y 2026, que podrían tener un impacto material en el perfil financiero y la liquidez de la empresa.

Refinanciación

La decisión de Moody's refleja el grado de incertidumbre y riesgo de ejecución asociado a las diferentes opciones de refinanciación que actualmente estudia la compañía.

Es algo que la compañía niega. Deoleo ha destacado tras conocer la decisión de Moody's que el fallo no ha tenido ningún efecto sobre el proceso de refinanciación de la deuda financiera del grupo.

Al respecto, asegura que las negociaciones han progresado en todo momento según lo previsto y actualmente se encuentran en una fase muy avanzada. Según fuentes del mercado, la operación podría cerrarse en cuestión de semanas.

En todo caso, Deoleo remarca que Moody’s ha manifestado que tanto los avances en el proceso de financiación como en la resolución del litigio italiano respaldarán una futura revisión al alza del rating crediticio, algo que confían en que ocurra: la compañía asegura que los accionistas de referencia le han manifestado su apoyo y el equipo legal de la compañía está trabajando junto a sus asesores para solicitar la suspensión de la ejecución del fallo y recurrirlo ante el Tribunal Supremo Italiano.

A la espera de que eso suceda, Moody's también ha apuntado este viernes que Deoleo tendrá una liquidez débil durante los próximos 12 meses, respaldada por el mayor riesgo de refinanciación de su préstamo a plazo sénior garantizado pendiente de pago por 58 millones de euros y su línea de capital circulante totalmente dispuesta por 20 millones de euros, que vencen en junio de 2025, lo que presiona el perfil de liquidez.

Podría generarse una presión al alza sobre la calificación en caso de que se produzcan acontecimientos favorables relacionados con la reclamación fiscal sin impacto en las métricas crediticias o la liquidez de la empresa, mientras la empresa demuestra ser capaz de refinanciar su deuda.

Por su parte, podrían producirse nuevas rebajas de calificación si la posición de liquidez de la compañía empeora, como resultado de un mayor riesgo de refinanciación o de consecuencias negativas resultantes de la decisión desfavorable.