Antonio Garamendi, presidente de CEOE y Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball.

Antonio Garamendi, presidente de CEOE y Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball. Europa Press.

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CEOE y Foment ven cambios en la reducción de jornada en el trámite en el Parlamento y no se fían de Junts

Las patronales intentarán presionar a los partidos pero avisan de que no será sencillo para el Gobierno aprobar la reforma. 

Más información: Cuerpo y Díaz pactan tramitar de urgencia la reducción de la jornada laboral sin cambiar lo acordado con los sindicatos

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No hubo sorpresas en las sedes de las patronales CEOE y Foment al conocer que Carlos Cuerpo y Yolanda Díaz elevarán la próxima semana al Consejo de Ministros el proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral. 

Más bien todo lo contrario. Se trata de un movimiento "con el que el Gobierno cumple con su compromiso" de lograr que llegue al Congreso, explican fuentes consultadas.

Un proyecto de ley que, según fuentes de Economía, "podrá someterse a modificaciones para incluir las aportaciones de los grupos parlamentarios". Y ahí todas las miradas se fijan en los socios del Gobierno, con Junts como punta de lanza. 

¿Qué pueden hacer los de Puigdemont? ¿Pueden tumbar las 37,5 horas? ¿Pueden lograr ayudas para las pymes y más flexibilidad tal y como reclama la patronal? Son preguntas que todos se hacen, incluidas la CEOE y Foment del Trebal.

"Saber qué van a hacer es complejo. Es un grupo parlamentario que tiene su propia agenda, y no es sólo ideológica", lo que hace que su forma de actuar "sea poco predecible", explican fuentes de la patronal en Madrid. 

En cualquier caso, la sensación ahora mismo entre los patronos es la de "calma tensa". Saben que ahora es turno de dejar trabajar a los negociadores con los distintos grupos parlamentarios.

Incluso, hay quien recuerda que no sólo se debe preguntar a Junts. "¿Y el PNV?", se pregunta una de las fuentes consultadas. Allí hay gran cantidad de industria, y es un partido con gran tradición de apoyo al empresariado.

Legislatura etérea

Sin embargo, en "la legislatura en la que estamos todo es etéreo y todo puede cambiar de un momento a otro". 

¿Qué es lo que van a reclamar las patronales? Básicamente, el que el Gobierno "deje de entrometerse" en el diálogo social. Es decir, en las relaciones entre empresarios y sindicatos. O lo que es lo mismo, entre la empresa y sus trabajadores. "Son ellos los que deben negociar", sentencian las mismas fuentes. 

El principal objetivo de la patronal en cuanto a la reducción de jornada se refiere es conseguir flexibilizar la medida. Es decir, que no entre en vigor este mismo año, sino que se pueda hacer de forma progresiva y en negociación con los sindicatos una vez vayan venciendo los convenios colectivos que están en vigor. 

Sería el mal menor después de haber fracasado en las negociaciones con Trabajo, CCOO y UGT. Una ruptura que se produjo por la "intromisión en la autonomía de la negociación colectiva" y porque "pondrá al límite su capacidad de organización interna y su supervivencia". 

Los cálculos de los patronos estiman que para un trabajador con un salario medio, el coste adicional de pasar de 40 horas de trabajo a la semana a 37,5 horas es de unos 2.000 euros anuales. 

Y eso, inciden, es un problema porque "un gasto no se cubre con otro gasto, más bien al contrario".  

Más gráfico fue Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, antes del verano. Aseguraba que la reducción de la jornada es como "regalar 12 días de vacaciones pagadas por la empresa"

En estos momentos, la reducción de jornada afectaría, cálculos internos de la CEOE, a unos 11 millones de trabajadores cuyos convenios están por encima de esas 37,5 horas. 

Las pymes, afectadas

De hecho, "la mitad del impacto de la medida lo sufrirán las pymes", reconocen fuentes del ministerio de Economía. Y eso es lo que más preocupa en la patronal. 

Es por ello por lo que una de las cuestiones en las que más se va a empujar en las próximas semanas es en forzar a los grupos parlamentarios a introducir medidas de flexibilidad, pero también de ayudas a las empresas. 

Y ojo, porque aquí los patronos podrían encontrarse también con la ayuda del propio Partido Socialista. 

Ahora bien, todavía queda mucho tiempo para que esto empiece a negociarse. La próxima semana el texto saldrá del Consejo de Ministros. Ahí empezará la tramitación parlamentaria. 

"Es un proceso largo, y aunque sea por la vía de urgencia, no va a ser sencillo", insisten las fuentes de la patronal consultadas. 

De hecho, creen que para llegar a ese 'puente' todavía hay que cruzar uno mucho más importante: el decreto ómnibus para revalorizar las pensiones y aprobar las ayudas al transporte público. 

"Si no logran aprobarlo, dudo mucho que consigan sacar adelante la reducción de jornada", sentencian.