Salvador Illa, Isidro Fainé, Ángel Simón y Pedro Sánchez en un montaje.

Salvador Illa, Isidro Fainé, Ángel Simón y Pedro Sánchez en un montaje. Arte EE

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Fainé devuelve sus sedes a Cataluña para que CriteriaCaixa ejerza de locomotora industrial de la mano de Sánchez e Illa

El Gobierno confía en la visión industrial de la Corporación para afrontar los desafíos en los sectores clave de la economía. 

Más información: Fainé y Simón revolucionan Criteria para crear el gran grupo industrial del siglo XXI

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La vuelta de Criteria y la Fundación La Caixa a Cataluña tras más de siete años en Palma de Mallorca lanza un mensaje de estabilidad social y económica en la región. No sólo eso: viene a reforzar también su papel como motor de la nueva reindustrialización de España de cara a los desafíos que está planteando Europa.

Isidro Fainé, presidente de ambas entidades, devuelve La Caixa a sus raíces para que su brazo inversor ejerza como locomotora industrial. Todo ello de la mano de Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña, y con la complicidad del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Con este movimiento Illa logra uno de los grandes retos de su legislatura: conseguir el retorno del grupo económico e industrial que siempre ha tenido Cataluña. 

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Además, la vuelta de CriteriaCaixa y la Fundación ayuda a la Generalitat en su objetivo de que Cataluña lidere el sector industrial en España, para lo que tiene previsto un plan de inversiones de más de 18.000 millones de euros.

Un plan que pasa por que CriteriaCaixa aporte la visión industrial necesaria en todos los proyectos en los que está inmersa y que siempre se han guiado por la rentabilidad y la viabilidad de las inversiones, junto con la garantía de que la toma de decisiones no salga de España.

Desde el punto de vista interno, la vuelta de ambas corporaciones se ve como un voto de confianza en toda la sociedad catalana, que siempre ha valorado las acciones de la Fundación y el apoyo a las empresas catalanas que se ha dado desde Criteria, incluso mientras su sede social ha estado fuera de la comunidad autónoma. 

Ahí está, por ejemplo, el anuncio de un compromiso irrevocable de inversión en la fallida salida a bolsa de Europastry


Con Ángel Simón como consejero delegado desde hace justo un año, Criteria ha realizado un importante rally inversor en los últimos meses. En la actualidad cuenta con participaciones industriales por cerca de 30.000 millones de euros en empresas de la envergadura de Telefónica, Naturgy, ACS, Colonial, Puig o Veolia. 

Eso sin contar con el 32% que tiene de su brazo financiero, Caixabank, que mantiene acuerdos con otras tantas empresas industriales.

Aunque desde la propia Fundación siempre han remarcado su carácter neutral ante los vaivenes de la política, en esta ocasión ha sido la paz social que impera en Cataluña lo que ha hecho que las sedes puedan volver a su ciudad de origen, Barcelona.

La vuelta de Criteria y la Fundación se produce apenas mes y medio después de la de Banco Sabadell, si bien la primera gran empresa en hacerlo fue Cementos Molins.

El propio Salvador Illa, promotor de esa normalización, remarcaba a finales del pasado mes de enero que tiene como objetivo que Cataluña sea el motor económico español de este siglo, al igual que lo fue de la industrialización que comenzó en España en el XIX. 

La decisión que ahora se toma por parte de la Criteria y la Fundación viene a corroborar sus palabras, pero dentro de un proceso de renacimiento de la industria española en los parámetros que marca el nuevo escenario europeo.

Fuentes cercanas a esa estrategia aseguran que se trata de una hoja de ruta marcada por el aprovechamiento al máximo de los fondos Next Generation y la colaboración público-privada para promover proyectos de envergadura en nuestro país en ámbitos como la construcción, la automoción o las telecomunicaciones, básicos para la industria.

Ese desafío europeo llega incluso a los nuevos retos que se han puesto sobre la mesa en materia energética, tras la ruptura con Rusia, y ante las recientes necesidades de potenciar la industria de defensa que este mismo jueves trata el Consejo Europeo.

Veolia, Naturgy, Telefónica...

El anuncio de Criteria se produce apenas un día después de su entrada en el capital de Veolia, en una operación de más de mil millones de euros, que pretende hacer valer su influencia en el complejo sector de la gestión del agua, donde también esta presente históricamente a través de Aguas de Barcelona.

También es reciente el aumento de su participación en Telefónica, alcanzando el 10% del capital tras una inversión de 2.000 millones de euros. ¿El objetivo? Evitar, junto a la SEPI, que el control de las decisiones de la operadora cayera en manos de la saudí STC.

Entró también con 400 millones en Puig para respaldar su salida a bolsa y reforzó el año pasado su posición en la inmobiliaria Colonial con un 17%, para hacerse después con el 10% de ACS.

Del lado energético, Criteria está pendiente en la actualidad del proceso de reestructuración accionarial de Naturgy, de la que controla el 26%, que se encuentra en plena auto opa sobre el 10% de su capital, de acuerdo con sus fondos accionistas.

Su resolución puede permitir la entrada de la árabe Taqa en Naturgy sin que ello suponga perder el control español de las decisiones.

El regreso de la sede social de Caixabank a Barcelona queda en el aire por el momento -está ahora en Valencia-. Con todo, se considera que puede ser un movimiento a realizar más adelante, cuando las circunstancias sean las idóneas para ello, según señalan fuentes cercanas a la entidad financiera.