Intalaciones de Duro Felguera, en Gijón.

Intalaciones de Duro Felguera, en Gijón. Europa Press

Empresas

La SEPI busca CEO para Duro Felguera mientras espera el plan de reestructuración que ultima la compañía

El Gobierno no quiere dejar caer al grupo asturiano, aunque para su supervivencia haga falta un plan drástico de venta de activos

Más información: Duro Felguera sube un 3% en bolsa pese a no lograr un acuerdo con la SEPI y prorrogar tres meses el preconcurso

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La asturiana Duro Felguera afronta tres meses decisivos para su supervivencia, en pleno preconcurso de acreedores y con la premura de presentar un plan de reestructuración que le permita salvar la parte más importante de su actividad, tal y como le han pedido la SEPI y el Gobierno, que no quieren ver cómo se pierde una de las empresas clave de esa región.

El paso obligado para poner en marcha el diseño de un plan de salvación tras entrar en esta situación es exprimir al máximo los activos de los que pueda desprenderse, en busca de financiación extraordinaria, y renegociar los pagos con sus proveedores, para intentar solventar una falta de tesorería de algo más de 120 millones de euros.

Pero los movimientos de las últimas semanas apuntan además a la posibilidad de que se promueva el nombramiento de un consejero delegado que pilote la situación. Fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que ya ha habido algún contacto en ese sentido desde la SEPI, que al final es quien tiene que dar el visto bueno a todo lo que le proponga la compañía.


De hecho, desde el grupo se ha pedido a la SEPI que convierta en acciones la mayor parte de los 120 millones que le aportó del Fondo de Solvencia, lo que le daría opciones de controlar la gestión en la situación crítica que sufre en este momento.

Tras la renovación urgente de la cúpula a final de año, la presidencia la ostenta ahora el consejero ejecutivo Eduardo Espinosa, con el hombre fuerte de los dueños mexicanos de la compañía, Jaime Isita, como vicepresidente, una situación que se considera provisional y a la espera de candidatos a CEO. 

Pendientes de Argelia

La compañía de ingeniería e infraestructuras está inmersa en retomar la negociación con el consorcio público argelino Sonelgaz, cuyo proyecto para levantar una central de ciclo combinado se ha paralizado y ha causado un riesgo superior a los 400 millones al grupo asturiano, muy difícil de levantar en su delicada situación financiera.

El grupo está controlado por las mexicanas Prodi y Mota Engil, que entraron en 2023 con 90 millones de euros para hacerse con algo más de la mitad del capital. Entonces se elaboró un plan industrial que no ha salido bien por el parón de la inversión en renovables, de forma que las pérdidas se han ido acumulando.

La última operación conocida, que está sin cerrar, es la venta de los grandes talleres de calderería que Duro Felguera tiene en Gijón, con casi 200 trabajadores, a la tecnológica Indra, inmersa en la carrera europea por fabricar carros de combate al hilo de las grandes inversiones que se prevén en Defensa.

Esa opción es sólo una posibilidad, dado que todo va a depender de que General Dynamics quiera venderle Santa Bárbara a Indra, para controlar sus talleres cercanos de Trubia, donde sí se pueden ensamblar blindados para el Ejército. Si bien, la guerra que se ha abierto ahora entre las dos compañías aumenta las opciones de Duro Felguera.

La empresa asturiana tiene además en venta las oficinas centrales en Asturias por unos 15 millones de euros y no descarta deshacerse de activos inmobiliarios y terrenos que pueden ser susceptibles de otros usos más allá del industrial para ayudar a sanear su cuenta de resultados.