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El Gobierno rompe con General Dynamics y pone en jaque los planes de Sánchez para crear un campeón nacional en Defensa

Indra se verá obligada a retrasar la producción del 8x8 Dragón si tiene que sustituir la tecnología de la multinacional americana para su ensamblaje.

Más información: Moncloa busca un acuerdo entre Indra y General Dynamics para retomar el control de Santa Bárbara y salvar el 8x8

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"No hay planteamiento de venta en este momento". En el seno de General Dynamics son escuetos, pero muy claros, sobre el choque que se ha producido con el Gobierno para la compra de su filial Santa Bárbara, un escollo que va a retrasar el plan de Sánchez de crear cuanto antes un 'campeón nacional' en industria de defensa en torno a Indra.

Fuentes empresariales dentro del negocio aseguran que, más tarde o más temprano, se tendrá que hacer esa operación si el Gobierno quiere tener controlada la producción de su proyecto estrella, el blindado 8x8 Dragón, que necesita la tecnología de General Dynamics para su ensamblaje.

"Sustituir esa tecnología por otra similar va a ser muy complicado incluso para Indra y Escribano", aseguran fuentes empresariales conocedoras de las negociaciones, que alertan de que ahora la multinacional estará atenta a cualquier acción que pueda acercarse al "espionaje industrial".

La entrada de Santa Bárbara en Indra, además de suponer el empujón definitivo para reconvertirla en un fabricante integral de vehículos de combate -Indra Land Vehicles, se quiere llamar-, le daría el tamaño mínimo para aspirar a cualquier alianza en la industria europea de Defensa.

Por más que la cotización de la tecnológica se haya disparado un 70% en un año y alcance un valor de 5.000 millones de euros, está lejos de gigantes como Thales, Rheinmetall, Leonardo o BAE Systems, que serán los motores del nuevo desafío del sector a nivel europeo.

Futuro hub de defensa

Indra, controlada por el Estado, tiene ya en su capital a Escribano Mechanical & Engineering con un 14,7% y la presidencia en manos de uno de los dos hermanos propietarios, y a la guipuzcoana Sapa, con un 8%. Una integración no está sobre la mesa, pero no sería complicada.

A ese conglomerado se le une el 10% que Indra controla de ITP Aero, la aeronáutica vasca que está controlada por el fondo Bain Capital y en la que ha reforzado su apuesta industrial para llegar incluso a la aviación comercial, además de la defensa.

Si tenemos en cuenta que el Estado a través de la SEPI también controla la joya de la corona del sector, que es Navantia, la única española dentro de las cien primeras del mundo en el sector, se completa un hub de defensa en manos de Moncloa, que controla el 80% de esa industria en España.

En el ámbito aeroespacial hay que contar, además, con Hispasat, también en manos ahora de Indra, junto a Hisdesat, que acaba de colocar uno de los satélites más innovadores en el espacio -SpainSat NGI- y aspira a ser un 'player' importante en las comunicaciones satelitales europeas.

Toda esa andadura que está en marcha se frena ahora por la ruptura de las negociaciones con General Dynamics, que deja en el aire el funcionamiento de la alianza Tess Defence, encargada del 8x8 y donde la norteamericana está con Indra, Escribano y Sapa.

Pendientes de Tess Defence

Hace casi medio año que se anunció el control de Indra en Tess Defence para impulsar el "supercarro de combate", cuyo último contrato data de 2020 con varios retrasos de entregas acumulados ya, pero que se remonta a hace más de veinte años.

El propio Ángel Escribano ha advertido que lo complicado del proyecto es integrar las distintas tecnologías que se usan en el vehículo. General Dynamics era la encargada de ensamblar todo en Trubia (Asturias), pero el intento de compra que ha sufrido ha cambiado el escenario.

Por lo pronto, se pondrá en marcha una planta alternativa en Asturias por parte de Indra para ponerse a hacer blindados si es necesario, aprovechando las instalaciones de calderería sin usar de Duro Felguera.

Si finalmente se compra Santa Bárbara, "a más a más para el proyecto", explican fuentes conocedoras de las negociaciones, sobre todo porque podrán compartir el campo de pruebas que se prevé establecer en ese entorno industrial asturiano.

Hay diez carros 8x8 en la planta de Alcalá de Guadaira de Santa Bárbara recién recibidos, pero desde la propia General Dynamics se advirtió en su día de que no cuentan aún con todas las especificaciones. Si se preparan, puede ser la primera entrega. 

Pero el hecho legal es que en Tess Defence todavía no está activada la nueva estructura accionarial que le dará la mayoría a Indra -"estamos en ello" dicen-, y con General Dynamics enfrentada, el corazón del 'campeón nacional' en defensa de Sánchez no da para llegar a la nueva economía de guerra de Europa a tiempo.