El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha pedido a los partidos políticos llegar a acuerdos “para generar confianza al inversor y a los empresarios" con el objetivo de "recuperar el crecimiento que permita reducir el desempleo y avanzar en la consolidación fiscal”.
Sin entrar a hacer valoraciones políticas, Álvarez ha querido desmarcarse del informe que la entidad remitió a sus institucionales, recogido por el diario 'El Independiente', en el que reflejaba su preferencia por un pacto entre el PSOE y Ciudadanos para gobernar. El directivo ha explicado que la nota “es una información del analista que se refería a la opinión del consenso del mercado”. Frente a las críticas por su la posible influencia del banco en la política, ha insistido en que “nosotros colaboramos de forma constructiva con los gobiernos de todos los países donde operamos", insistiendo en que la prioridad de los partidos en España debe ser "alcanzar un crecimiento sostenible de la economía, inclusivo con la sostenibilidad fiscal”.
Durante la presentación de resultados del primer trimestre, Álvarez no ha querido pronunciarse sobre la posible puesta en marcha algunas propuestas, como la repatriación de impuestos por el dividendo en las filiales extranjeras de las empresas españolas o el conocido como ‘impuesto a la banca’. Sin embargo, sí ha recordado que el Santander cuenta con una tasa fiscal del 36% sobre el impuesto de sociedades, sumándose a las voces de otros banqueros que han criticado duramente las afirmaciones de Podemos sobre que la banca no paga impuestos.
Banco Popular
Respecto a la integración del Banco Popular, la entidad cántabra recuerda que “seguimos avanzando según lo previsto”. De hecho, ya han sumado 600 oficinas a la plataforma del Santander, con la previsión de acabar la transferencia el próximo julio.
La entidad ha convocado a los sindicatos para el próximo 6 de mayo para iniciar las negociaciones para el ERE, que podría afectar a 3.000 trabajadores. “Espero que las negociaciones vayan bien para alcanzar un acuerdo en un corto espacio de tiempo”, ha explicado Álvarez. "Nuestra intención es ejecutar la mayor parte a lo largo de 2019". El banquero sí ha dejado claro que buena parte de las plusvalías logradas con distintas operaciones irán a parar a pagar el proceso de salidas y ajustes del ERE.
Desaceleración y tipos bajos
Banco Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.840 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 10% menos que en el mismo periodo del año anterior y por debajo de los 1.930 millones esperados por los analistas, debido a un cargo neto de 108 millones por la venta de activos y los costes de reestructuraciones.
Pese a la caída, Álvarez ha explicado que "estamos satisfechos con los resultados en un entorno difícil". Sin embargo, reconoce que "las economías donde operamos experimentarán un crecimiento de entre el 1% y el 2% este año, por debajo de su potencial".
Al momento de desaceleración en Europa y EEUU se suma un escenario de tipos de interés en mínimos que, tal y como reconocen desde la entidad, "daña al negocio bancario". "Los tipos bajos afectan a la generación de resultados", ha asegurado Álvarez. El banquero no ve, sin embargo, que el sector vaya a reactivar el debate sobre el cobro de depósitos al minorista como fórmula para hacer frente a este difícil entorno.
En las palabras del consejero delegado del Santander se puede entrever la preocupación del banco por el impacto de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) en la rentabilidad del sector. Aún así, Álvarez ha recordado que el ROTE de la entidad cántabra se sitúa por encima del 11%, frente a la media del 7% en Europa. "Esa es la medida de rentabilidad más seguida por nuestros accionistas para compararlo con el coste de capital". En Europa el sector esta en 7", ha recordado el directivo.
Álvarez destacó que, en términos de capital, “siempre prometemos al mercado una generación media de 10 puntos básicos y este trimestre hemos generado 20 por una mejor gestión de los activos de riesgo”, que han compensado la caída experimentada por los impactos regulatorios”, como la norma NIIF 16 o los cambios en los modelos de capital en España, así como la adopción de la revisión específica de los modelos internos (TRIM por sus siglas en inglés). Después de sumar estos impactos, el grupo mantuvo una ratio CET1 del 11,25%, en línea con su objetivo a medio plazo del 11-12%, pero por debajo del 11,3% con el que el banco despidió 2018.
Resultados por geografías
En España, el beneficio del Santander se vio afectado por la menor venta de carteras ALCO, la caída de ingresos por mercados y los costes regulatorios de NIIF 16. En concreto, el beneficio del primer trimestre cayó un 11,4% hasta los 403 millones de euros. El banco destacó las dificultades en otras regiones como Reino Unido, por la desaceleración macroeconómica y la incertidumbre por el Brexit, con una caída del 36,8% en el beneficio de enero a marzo hasta los 205 millones de euros. "En Reino Unido tenemos un entorno competitivo difícil y esperamos que mejore", ha indicado Álvarez. El banco también se vio afectado por el efecto de la hiperinflación en Argentina, con una caída del 68% en el beneficio hasta los 11 millones de euros.
En general, América ha aumentado su peso en el beneficio total del grupo hasta el 52%, con especial peso de Brasil (29%) y México (8%). Del 48% que representa Europa en el resultado, España supone un 16%, por delante del 11% de Reino Unido.