BBVA estima que el impacto positivo sobre su beneficio atribuido por la venta a un fondo canadiense de una cartera de 'ladrillo tóxico' acordada en diciembre del año pasado será finalmente de unos 130 millones de euros, frente a los 150 millones de euros calculados anteriormente.
El banco ha explicado que este cambio de estimación se debe a una variación del perímetro de la cartera inicial, que era de 1.490 millones de euros y ahora ha cambiado a 1.200 millones, por el vencimiento y amortización de hipotecas durante el periodo de tiempo desde que se acordó la venta hasta ahora.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), BBVA ha indicado que este efecto se incluirá en los estados financieros del grupo BBVA del segundo trimestre de este año, mientras que el impacto en la ratio Tier 1 'fully loaded' --que mide la solvencia de un banco-- será "ligeramente positivo".
Asimismo, BBVA ha asegurado que ya se ha producido la transmisión de la gran mayoría de los créditos hipotecarios dudosos y fallidos que conformaban la cartera al fondo Voyager Investing UK, gestionado por Canada Pension Plan Investment Board (CPPIB).
En este sentido, ha señalado que el "pequeño remanente" de créditos de la cartera, cuyo valor bruto es de aproximadamente unos 130 millones de euros, tendrá lugar en el tercer trimestre de este año.
Además de esta operación, BBVA ya vendió en junio del año pasado una cartera de crédito promotor de 1.000 millones de euros al mismo fondo canadiense, que supuso una reducción prácticamente a cero de su exposición al sector inmobiliario.
La primera operación para deshacerse del crédito inmobiliario tuvo lugar en febrero de 2017, cuando BBVA colocó una cartera formada por 3.500 inmuebles, conocida en el mercado como proyecto 'Buffalo'. Posteriormente, participó en la ampliación de capital no dineraria de Testa Residencial con la aportación de 1.500 viviendas.
En marzo del pasado año, vendió una cartera de 14 edificios de oficinas, el proyecto 'Boston', y se desprendió de la Torre Puig en mayo. Asimismo, BBVA firmó en julio de 2017 un acuerdo con Metrovacesa Suelo y Promoción, mediante el que transfirió a la empresa 108 terrenos para la construcción de viviendas por valor de 431 millones de euros.
La operación más relevante en este sentido tuvo lugar en noviembre de ese mismo año, cuando acordó con Cerberus la venta de unos 78.000 activos inmobiliarios por valor bruto contable de aproximadamente 13.000 millones de euros.