Amenaza con ser la puntilla. En un contexto ya delicado para su negocio por los bajos tipos de interés, la presión regulatoria, los litigios aún pendientes de resolución y la nueva competencia tecnológica, la banca añade ahora una nueva incertidumbre que había quedado en un segundo plano y que emerge de nuevo tras el preacuerdo alcanzado por PSOE y Unidas Podemos para formar Gobierno. La posibilidad de que las formaciones lideradas por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias puedan aplicar nuevos impuestos sobre el sector, sumada a la incógnita sobre el futuro de Bankia y la opción de que sea el germen de una futura banca pública, inquieta. Y mucho.
Por ahora es solo eso, una posibilidad, porque no hay nada seguro. “Ni siquiera sabemos qué medidas saldrán adelante si finalmente se consigue formar Gobierno, algo que de momento también ponemos en duda”, explican desde una gestora de fondos nacional. No importa. El mercado se ha puesto en lo peor desde que el pacto se anunció a primera hora de la tarde del martes. En estas dos sesiones, el Ibex 35 se ha dejado un 2% y la banca ha perdido más de 6.200 millones de euros de capitalización bursátil.
Esta reacción responde, por un lado, a que los inversores vuelven a tener en cuenta un riesgo que habían descartado y, por otro, a que en caso de materializarse esa amenaza sería otro lastre más para su ya castigada rentabilidad. Vamos, que llovería sobre un terreno ya mojado. En la actualidad, la rentabilidad sobre el activo (ROA) de la banca española se limita al 0,5% y su rentabilidad sobre el capital (ROE) es inferior a un coste de capital (COE) que ronda el 10%. Es decir, el sector está destruyendo valor.
PRESIÓN EN BOLSA
El riesgo de que este panorama se vea aún más debilitado es el que figura tras las caídas sufridas desde el martes. En solo dos sesiones, Bankia se ha dejado un 7,7% de su valor en bolsa y ha perdido más de 500 millones de capitalización, mientras que Bankinter pierde un 5%. Los números rojos acumulados también superan el 4,5% en BBVA, Santander y Sabadell, mientras que CaixaBank cae un 2,75% desde que se anunció el pacto entre PSOE y Podemos.
"La 'política' no lo es todo para el sector, que ya viene sufriendo en bolsa por otras cuestiones. Pero los impuestos adicionales que el bloque PSOE-Podemos podría imponer a la banca pesan sobre las cotizaciones porque era un riesgo que había sido desterrado y que ahora vuelve a escena"
Es cierto que las caídas del miércoles acompañaron a las registradas por el resto del sector en Europa, con pérdidas del 6% para Commerzbank, del 4,4% para Deutsche Bank o del 2,10% para Société Générale o BNP Paribas, después de los malos resultados presentados por ABN Amro, cuyos títulos también se han hundido un 5,6% en el parqué. Pero los expertos coinciden en que la incertidumbre política “es un punto de tensión añadido para el sector en España”.
CUESTIÓN DE IMPUESTOS
¿Pero por qué impacta tanto ese preacuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesisas en las cotizaciones de los bancos? Básicamente, por los impuestos especiales y adicionales que un nuevo Gobierno comandado por ambos líderes podría crear para el sector.
Ya a comienzos de 2018, el PSOE propuso imponer un impuesto especial a los bancos que se aplicaría sobre su beneficio antes de impuestos y con el que aspiraba a recaudar hasta 800 millones de euros. Desde entonces, ha ido modulando esta propuesta, hasta desaparecer en su programa para el 10-N. Lo que sí permanece en su programa, en la medida 195, es una propuesta para reformar la regulación del impuesto de Sociedades, garantizando una tributación mínima del 15% de las grandes corporaciones “que se ampliaría hasta el 18% para las entidades financieras” y empresas de hidrocarburos.
No ha pasado lo mismo con Unidas Podemos, que sí mantiene su intención de crear un impuesto especial para la banca. En el punto 265 de su programa, propone: "Establecer un impuesto a la banca que aumente 10 puntos el tipo impositivo de las entidades financieras en el impuesto sobre sociedades para recuperar el rescate bancario de 60.000 millones de euros que hicimos todas y todos los españoles a la banca".
Este riesgo, que el mercado prácticamente había desterrado, es el que vuelve ahora a escena y el que ha pesado en las cotizaciones en las últimas jornadas. Entre los expertos, sin embargo, existen dudas acerca de que finalmente se lleve a cabo todo lo planteado por el bloque de izquierdas. Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco, considera que sí sería posible la aplicación de la Tasa Tobin que defiende el PSOE desde hace tiempo para gravar con un 0,2% determinadas transacciones financieras y que mayores costes para los negocios relacionados con los mercados de la banca.
El problema adicional es que este nuevo gravamen llegaría en un momento de caída de beneficios para el sector, que en los nueve primeros meses del año ganó 10.467 millones de euros, un 21% menos que en el mismo periodo de 2018. En 2018, último año completo, la banca cotizada en el Ibex 35 ganó 16.676 millones de euros con lo que ese impuesto del 18% se comería unos 3.000 millones de las ganancias de las entidades si se calculase sobre beneficio.
BANKIA, EN EL PUNTO DE MIRA
En el caso particular de Bankia, su mayor castigo por 'cuestiones políticas' forma parte ya de su paisaje por la participación del Estado en su capital, que actualmente se sitúa en el 61,78%. En su programa electoral, Unidas Podemos se muestra firme en su rechazo al proceso de privatización del banco. Un proceso estancado desde diciembre de 2017, cuando el Estado ingresó 818 millones de euros con la venta del 7% del banco. Por aquel entonces, sus títulos cotizaban en 4,17 euros. Ahora, rondan los 1,7 euros, algo que hace prácticamente imposible recuperar una mínima parte de las ayudas públicas recibidas.
Pero hay más. En su programa electoral, la formación morada exige “con carácter inmediato” elegir por tres quintos del Congreso a un sustituto para José Ignacio Goirigolzarri, presidente de la entidad, “que entienda el rol que debe desempeñar la banca pública en la mejora del país". Estas medidas, junto con el denominado ‘Impuesto de solidaridad’ ligado a las ayudas recibidas por este sector pueden afectar de forma negativa”, advierten desde XTB.
Desde una gestora de fondos nacional indican que no se trata solo de cambiar el equipo de gestión. “Lo que temen los inversores es una intervención que llegue hasta tal punto que se obligue a, por ejemplo, conceder créditos que podrían provocar un peligroso aumento de la morosidad del banco”, advierten.
¿CARGO A LOS DIVIDENDOS?
Otra de los ‘globos sonda’ que el PSOE lanzó hace unos meses al mercado, y que podría tomar forma con el nuevo Gobierno, es el de gravar parte de los dividendos extranjeros que la banca trae a España. La banca en bloque ya mostró su oposición frontal a esta propuesta e incluso el Banco Santander amenazó con repensar su estructura fiscal en el país si la doble imposición salía adelante.
“El camino es muy largo y, si consiguen formar Gobierno, que tampoco es algo seguro, habrá que ver qué medidas logran salir adelante”, insisten desde Renta 4. La analista Nuria Álvarez tacha de “sobrerreacción” la fuerte caída de las últimas dos sesiones en el sector. Los expertos son conscientes de que la incertidumbre política preocupa a los inversores, pero recuerdan que el castigo a la banca viene también de lejos por el impacto de los tipos negativos en su negocio. “Hemos llegado a un punto en el que el mercado no discrimina entre una entidad y otra y venden ‘en bloque’ al sector”, critica la experta, que aconseja prudencia hasta que el futuro Gobierno, si lo hay, desgrane sus planes concretos con la industria.