Bankia afrontará este martes la presentación de las cuentas de 2019 con la acción de nuevo contra las cuerdas en el parqué. Tras caer un 35% en 2018 y otro 24% en 2019, en lo poco que va de 2020 sus títulos acumulan ya un descenso superior al 12%, hasta los 1,667 euros. Otro dato evidencia hasta qué punto el mercado le está dando la espalda al valor: de las 18 jornadas celebradas en 2020, solo ha cerrado tres en positivo.
Tras este castigo, la incertidumbre en torno a su futuro, con la participación del 60% del Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) como fuente continua de especulaciones, y la debilidad de su negocio, con los bajos tipos de interés ejerciendo una constante presión sobre sus márgenes. Como resultado, un mercado que recela de todo en torno al banco, incluido la solidez de su dividendo.
En medio de este complicado ambiente, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri buscará dar un vuelco a la situación con los resultados del pasado ejercicio. El mercado tiene más que asumido que las cifras serán peores que las de 2018, pero la duda reside en si la entidad será capaz, al menos, de batir las previsiones y dibujar una mayor esperanza sobre su trayectoria en 2020.
Según los pronósticos recogidos por Refinitiv, el consenso de mercado espera que el margen de intereses de Bankia se sitúe en los 2.024 millones de euros, por debajo de los 2.049 millones de 2018, con un margen bruto de 3.222 millones, de nuevo más bajo que los 3.368 millones del ejercicio anterior. En cuanto al beneficio, menguaría hasta los 604 millones desde los 703 millones de 2018.
El mercado también estará muy pendiente de la evolución de otras variables. En particular, de la rentabilidad sobre el capital (ROE), del 5,6% a finales de 2018; de la ratio de eficiencia, situada en el 55,5% en diciembre de 2018; de la tasa de morosidad, que acabó 2018 en el 6,5%; y del capital, con un nivel de CET1 fully loaded del 12,39% al cierre del año anterior.
Con estas cifras como referencia, Bankia intentará recuperar al apoyo de los inversores. Y de los analistas. Según recoge Refinitiv, de los 24 que siguen al valor, solo tres aconsejan comprar sus títulos, nueve se inclinan por mantenerlos y 12 recomiendan venderlos. En cuanto a su precio objetivo, el consenso lo sitúia en los 1,84 euros, casi un 11% por encima de su nivel actual.