Los bancos 'ignoran' al BCE y refuerzan su apuesta por el dividendo
- Las entidades descartan recortar la retribución al accionista pese a la caída del beneficio
- Aunque cumplen con el regulador, el capital de máxima calidad sigue por debajo de la media europea
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La banca ‘da prioridad’ al accionista frente a las advertencias del Banco Central Europeo (BCE). El organismo lleva meses presionando al sector que sea más prudente en sus políticas de retribución, con el objetivo de que destinen su exceso de capital más al crédito y no tanto al pago de dividendos.
Frente a este llamamiento, las entidades han defendido siempre la cautela con la que abordan sus pagos cada año. Incluso algunas aprovecharon la recta final del 2019 para aplicar novedades en esta dirección. Banco Sabadell apostó por ‘tirar’ de autocartera en su último dividendo a cuenta, rompiendo su norma de ‘cien por cien en efectivo’. Bankia abrió la puerta a una posible recompra de acciones y Banco Santander apostó por un formato híbrido similar al del Sabadell.
Sin embargo, y apenas tres meses después, este discurso ha dado un giro de 180 grados hacia una defensa a ultranza de las políticas de retribución en el sector. Es más, los banqueros quieren ir a por todas pese a que la mejora de sus ratios de capital no permite aún sacar pecho frente a otros bancos europeos. Ni tampoco los beneficios. Los ocho bancos cotizados en la bolsa española (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Bankia, Sabadell, Unicaja y Liberbank) ganaron 13.875 millones de euros en 2019, un 18,5% menos que el año anterior. Y algunos como Bankia o Sabadell incluso perdieron dinero en el cuarto trimestre.
"Bankia reitera su compromiso con el accionista, pero un revés judicial puede dar al traste con sus objetivos"
Pese a este escenario, y la presión que los tipos negativos ejerce aún sobre los márgenes y la rentabilidad, el sector vuelve a apostar fuerte por el dividendo. Bankia, por ejemplo, ha reiterado su compromiso de repartir todo su exceso de capital por encima del 12% -cerró 2019 en el 13,02%-, que el banco cifra en 2.500 millones de euros. Durante la presentación de sus cuentas anuales, el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, fue contundente en este sentido: “estamos absolutamente comprometidos” con el pago. Con una caída del beneficio del 23% en 2019, el banco ha elevado su ‘pay out’ al 65%.
APUESTA EN EL LARGO PLAZO
“Al final, cada entidad tiene su modelo de negocio y solo tienen que mirar que sus ratios de capital sean acordes con el mismo y con las exigencias del regulador”, explica Nuria Álvarez desde Renta 4 Banco. Algunas voces coinciden en que las buenas noticias sobre dividendos pueden servir para dar un empujón a las deprimidas cotizaciones de la banca en bolsa. “Al final, los accionistas no se quedan con que si un banco ha ganado más o menos… solo piensan en que este año quieren ingresar lo mismo o más que el anterior y, después de dos años muy malos en bolsa, recibir el dividendo puede ser un alivio para los inversores”, indican los expertos.
La clave está, entonces, en que esta estrategia para ‘retener’ al accionista no sea esporádica. “Si se anuncia una mejora del pago en efectivo o del ‘pay out’, tiene que ser sostenible en el tiempo”, indican. ¿El problema? Que factores como la caída de beneficios, la mermada rentabilidad en el sector o incluso sentencias judiciales desfavorables, pueden entorpecer los objetivos de pago en un momento en el que los niveles de capital del sector, aunque han mejorado en algunos casos y cumplen con las exigencias del supervisor, siguen por debajo de la media europea, que ronda el 14,5%.
DUDAS EN SABADELL Y SANTANDER
Banco Sabadell también ha dejado claro esta semana que el pago de su último dividendo a cuenta en acciones de autocartera fue una decisión “puntual”. Su presidente, Josep Oliu, confirmó que la entidad volverá a pagar todo en efectivo este año, bajo el objetivo de mantener su ratio de capital CET 1 ‘fully loaded’ sobre el 12%. Una promesa que, tras los resultados presentados, han puesto en duda algunos analistas. “Aunque el banco ha reiterado un ‘pay out’ de entre el 40% y el 50% en efectivo, no se descarta que pueda volver a recurrir de nuevo a una parte en acciones”, indican los analistas.
Con una caída del beneficio del 17% hasta los 6.515 el pasado año, Ana Botín también ha defendido las políticas retributivas de la banca frente a las advertencias del BCE… e incluso ha ido un paso más allá. Durante la presentación de cuentas anuales del Santander, la banquera anunció su objetivo de que el dividendo en efectivo vaya creciendo con la evolución del beneficio ordinario este año y los siguientes. Para 2020, el banco cántabro espera mejorar su ratio de capital del 11,65% al 12%.
APUESTA POR EL EFECTIVO
BBVA también ha 'retado' a quien piensa que los dividendos de la banca española pueden ser excesivos en el escenario actual. Pese a una caída del 35% en el beneficio hasta los 3.512 millones de euros en 2019 y un ratio de capital del 11,74%, la entidad ha vuelto a dejar claro que todo el exceso de capital que no use para crecer de forma orgánica será para el accionista, con recompra de acciones o, directamente, con subida del dividendo. BBVA reparte actualmente entre el 35% y el 40% de su beneficio en dividendos y el presidente de la entidad, Carlos Torres, cree que esta situación les puede perjudicar en bolsa al estar entre los rangos más bajos del sector.
"BBVA afirma que el exceso de capital irá al bolsillo del inversor, con subidas del dividendo o recompras de acciones"
El compromiso del banco azul de mantener sus dos pagos al año en efectivo se extiende también a CaixaBank, que despidió 2019 con un ratio de capital del 12%. Su plan estratégico 2019-2021 marca una política de remuneración con un importe en efectivo superior al 50% del beneficio. Con cargo al resultado de 2019, pagará un dividendo de 15 céntimos por acción, lo que implica un ‘pay out’ del 53%.
Bankinter también ha refrendado su política de dividendos de cara al nuevo ejercicio, pese a las dudas que sobre su beneficio futuro traerá la segregación de Línea Directa. Lo mismo ocurre con Liberbank, que propondrá en su próxima junta un dividendo de 22,1 millones de euros que, sumado al plan de recompra de acciones que puso en marcha a finales de 2019, deriva en un incremento del ‘pay out’ del 20% al 38%.
Unicaja también planea entregar al menos 313 millones de euros en dividendos en tres años (de 2020 a 2022), gracias al excedente de capital con un ratio CET 1 'fully loaded' del 14% y un ‘pay out’ mínimo del 50%. Según sus últimas cuentas anuales, su objetivo es llegar a esa fecha con una rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del 6%, por encima del 4,4% actual pero por debajo de la media española.
El mensaje de los bancos no puede ser más claro: si cumplimos con los requisitos regulatorios, el excedente irá a dividendo. Pero cuidado. El Banco de España también vigila de cerca. Y no hace tanto tiempo, apenas siete años, tomó la decisión de restringir los pagos en efectivo al 25% del beneficio consolidado.