El consejero delegado del banco Credit Suisse, Tidjane Thiam, ha renunciado tras una pugna interna generada por la polémica y el daño a la imagen del establecimiento que siguió al descubrimiento de sendos casos de vigilancia ilegal ordenada por responsables de distintas áreas.
"No tuve conocimiento de la observación a dos antiguos colegas, lo que indudablemente ha consternado al Credit Suisse y causado ansiedad y daños. Lamento que esto haya pasado, nunca debió haber ocurrido", afirma Thiam en un comunicado emitido hoy por el banco.
La dimisión del alto ejecutivo fue aceptada por unanimidad en el consejo de administración de Credit Suisse, aunque sólo será efectiva a partir del día 14, por lo que será el encargado de presentar los resultados anuales del establecimiento el día anterior.
El responsable de la filial suiza del banco, Thomas Gottstein, reemplazará a Thiam como consejero delegado.
La presión había ido en aumento desde el pasado septiembre, cuando se conoció a través de la prensa que dos exbanqueros habían sido vigilados por un detective privado por encargo de otro directivo y del antiguo jefe de seguridad de Credit Suisse.
Los mismos responsables habrían ordenado también la vigilancia de la ONG Greenpeace, que hace tres años realizó una gran acción de protesta contra el banco en Zúrich y logró perturbar el desarrollo de su asamblea general anual.
En un comunicado, la organización ecologista reaccionó señalando que "espiar organizaciones y personas críticas es particularmente condenable", y pidió a Credit Suise "asumir en cambio su responsabilidad en materia de clima en lugar de oponerse al movimiento climático".
Una investigación interna del banco exculpó a Thiam de las alegaciones, pero las voces reclamando que alguien asumiera la responsabilidad de tales actos persistió y se dividía entre quienes reclamaban la partida del consejero delegado y aquellos que lo apoyaban y exigían en cambio la partida del presidente Urs Rohner.
Thiam gozaba de una posición sólida gracias al apoyo explícito que le brindaron importantes accionistas británicos y estadounidenses, mientras que la fundación suiza Ethos, que forman 223 fondos de pensiones y entidades de interés público, también exhortó a Rohner a apartarse del cargo.
Las informaciones que daban cuenta de las tensiones entre Thiam y Rohner se multiplicaron en las últimas semanas.
En una intervención en el consejo de administración comentando la salida de Thiam, Rohner elogió las capacidades de gestor del primero y sostuvo que fue gracias a él que el banco se recuperó de la situación de fragilidad en la que se encontraba cuando tomó sus riendas en 2015.
"Hubo un giro estratégico, se reforzaron los fondos propios, y disminuyeron los costos y los riesgos", dijo como balance de la gestión de Thiam.