El brazo supervisor del Banco Central Europeo (BCE) ha pedido este viernes a los bancos de la eurozona que no paguen dividendos a sus accionistas por los ejercicios financieros de 2019 y 2020 al menos hasta el próximo 1 de octubre. Las entidades deben además abstenerse de realizar recompras de acciones que tengan como objetivo remunerar a sus accionistas mientras dure la pandemia del Covid-19.
"El cumplimiento de esta recomendación permitirá mantener en el sistema un total de 30.000 millones de euros de capital adicional de la máxima calidad", ha asegurado el responsable de supervisión del BCE, Andrea Enria. El objetivo es reforzar la capacidad de los bancos para absorber pérdidas y para mantener la financiación a hogares, pymes y grandes corporaciones durante la actual crisis.
Esta nueva recomendación no cancela de manera retroactiva los dividendos que ya han pagado algunos bancos por el ejercicio financiero 2019. No obstante, las entidades que ya han presentado a sus accionistas una propuesta de distribución de dividendos para votar en la próxima Junta General tendrán que modificar sus planes y suspender o aplazar el pago.
El BCE pide a los accionistas de las entidades que colaboren en el esfuerzo colectivo para amortiguar el impacto económico del coronavirus. "Esta recomendación es extremadamente importante desde un punto de vista prudencial, pero además retener los dividendos en estos momentos excepcionales es también completamente apropiado desde el punto de vista de la responsabilidad social corporativa", sostiene Enria.
Proteger la marca y la reputación
"He escuchado argumentos de que estas intervenciones y recomendaciones de la autoridad supervisora asustarán a los inversores y al final tendrán como resultado disminuir la capacidad de préstamo de las instituciones crediticias", ha proseguido el responsable de supervisión del BCE.
"Aunque entiendo que todos debemos ser conscientes de las reacciones inmediatas de los mercados, creo que estas medidas benefician a largo plazo a los bancos y sus accionistas. Al preservar sus funciones críticas y reforzar su apoyo a los hogares, las pymes, las grandes empresas y otras instituciones financieras, los bancos están protegiendo el valor de su marca y fortaleciendo su reputación", ha señalado Enria.
La prohibición de pagar dividendos se suma a las medidas que ya ha tomado el BCE para relajar los requisitos de capital de las entidades. En concreto, ha introducido máxima flexibilidad en el tratamiento de todos los créditos que cuenten con avales públicos. Un cambio que permitirá liberar capital por valor de 120.000 millones de euros, según los cálculos de Fráncfort.