Los primeros espadas de Banco Santander han aprovechado la junta de accionistas de la entidad, celebrada este viernes en Madrid, para hacer un repaso al posible impacto de la crisis del coronavirus en las cuentas y el negocio de la entidad.
La presidenta del banco, Ana Botín, ha dejado claro que, hoy por hoy, resulta es imposible hacer una precisión concreta del impacto sobre resultados, pero sí ha asegurado que el cierre del primer trimestre estará en línea con las cuentas de 2019. La banquera sí ha reconocido, no obstante, que la entidad revisará sus objetivos para 2020 "una vez que se estabilice la situación".
El consejero delegado del banco, José Antonio Álvarez, sí ha concretado algo más al asegurar que "nuestra actividad se ha visto impactada en las últimas semanas". El directivo ha explicado que Santander trabaja con dos escenarios posibles, uno de corta duración y rápida recuperación posterior, con un impacto limitado en resultados y otro en el que la crisis se extiende en el tiempo, donde el impacto se extendería al próximo ejercicio, con una recesión global y un mayo rimpacto en las divisas emergentes.
"Tomaremos las medidas necesarias para mitigar el impacto en la cuenta de resultados para dar una respuesta contundente y coordinada en todos los frentes, con dos objetivos: cuidar a los empleados y asegurar el servicio a nuestros clientes", ha indicado Álvarez.
El consejero delegado del Santander ha reconocido el parón de la actividad en el servicio a particulares, con un crecimiento, en el otro lado de la balanza, en el apartado de crédito ante la situación actual. "La producción media diaria de créditos en marzo ha crecido un 16% respecto a febrero, lo que demuestra el apoyo que ya estamos brindando a la economía", indicó Ana Botín, explicando que el nivel de capital de máxima calidad sigue en línea con el cierre de 2019, que el banco despidió en el 11,6%.
"Nuestros niveles de liquidez y solvencia nos permiten estar en la mejor posición para apoyar a empresas y familias", ha indicado Álvarez. "Estamos colaborando con autoridades y reguladores para ayudar en estos momentos y continuaremos ofreciendo nuestro apoyo en la etapa de recuperación posterior, que esperamos sea rápida y vigorosa".
"El Grupo está preparado para este tipo de situaciones, y desde que se inició la crisis, se han establecido en todos los países del grupo medidas de higiene y restricciones a los viajes y reuniones, y en las zonas afectadas se ha potenciado el teletrabajo masivo", ha indicado Álvarez, recordando que más de 100.000 empelados están actualmente teletrabajando.
"Los datos de esta nueva forma de trabajar hablan por sí solos: en un solo día, en Santander hemos superado las 650.000 conexiones entre llamadas y videollamadas por Internet, y los 2,5 millones de líneas de chat".