Ha llegado el momento. El próximo 23 de abril Bankinter inaugurará la ronda de resultados del primer trimestre de la banca española. Todo apunta a que será un periodo en línea con los anteriores al haber sufrido el impacto de la crisis solo en las últimas semanas de marzo. Pero las entidades estudian trasladar parte de las provisiones a este trimestre para reflejar la dura realidad que se avecina.
Adelanten o no el golpe de la crisis, el sector en bloque parece obligado a valorar sus previsiones para el conjunto del año. Y la caída prevista en los ingresos es de lo que más asusta para el negocio bancario. “Es cierto que hay preocupación. La crisis ha provocado que parte del negocio que hasta ahora había sustentado los ingresos por comisiones se haya frenado en seco”, reconocen desde un banco nacional.
Las fuentes consultadas apuntan directamente a los fondos de inversión que, salvo casos puntuales, han sufrido un auténtico frenazo en las contrataciones de marzo. Estos productos, junto con los seguros, se habían convertido en los últimos trimestres en un salvavidas de los ingresos por comisiones de las entidades, en un entorno de tipos de interés negativos que ha golpeado con dureza la evolución del margen de intereses del sector.
Objetivo en peligro
El objetivo de los últimos años estaba claro: cuanto más se genere por la venta de fondos, seguros, planes de pensiones, tarjetas, trading o custodia, mejor. Pero esos planes se han truncado con la crisis sanitaria.
Solo hay que echar un vistazo a los registros de nuevos productos en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En el último mes, apenas se han registrado 5 nuevos fondos de inversión. Y ninguno de ellos pertenece a las grandes gestoras de los bancos.
El parón en la nueva producción es total. Por si fuera poco, y salvo contadas excepciones en renta variable, los fondos más vendidos en marzo pertenecen a categorías muy conservadoras dentro de los monetarios y de los productos de renta fija. Es decir, los que tienen menores comisiones y, por lo tanto, generan menos ingresos a las entidades.
El problema es que esta es una tendencia que se repite desde el pasado año. La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, reconocía hace unos meses que, en general, “los ingresos de la entidad van bien en la actividad tradicional y menos bien en lo que afecta a los mercados, fondos de inversión, divisas y valores”.
La misma sensación transmitieron desde Banco Santander, confirmando que, pese al incremento del patrimonio gestionado, “hay presión en la comisión media por la naturaleza de los productos que se venden, más conservadores”.
Ante esta situación, y teniendo en cuenta que los ingresos por comisiones suponen ya casi un 25% sobre el total para el sector, los bancos iniciaron a comienzos de año una subida generalizada de cobro por las cuentas para forzar una mayor vinculación de los clientes y penalizar a aquellos menos rentables.
Cuentas con comisiones
Pero esa partida también ha quedado en suspenso por la crisis actual para muchos bancos. CaixaBank, por ejemplo, tuvo que retrasar su nueva estrategia de comisiones hasta octubre, mientras que el resto se ha visto obligado a mantener las condiciones a aquellos clientes que han dejado de cumplir los requisitos para no pagar comisiones como consecuencia de la crisis.
Las previsiones de los expertos apuntan a una mala dirección que tampoco compensará la ayuda al sector llegada desde el Banco Central Europeo (BCE). Un informe de Barclays advertía a principios de abril de que las entidades españolas sufrirán una caída de ingresos del 48% de media este año, ante la previsible caída en el mercado de hipotecas y de créditos al consumo, pese a los créditos a empresas avalados por el Gobierno.
“El confinamiento ha provocado que el único gasto que haya sea prácticamente el de la alimentación… queda poco para llegar a cero en la línea de producción de nuevos créditos al consumo”, advierten desde otra entidad financiera consultada.
Los créditos al consumo habían sido, precisamente, otra de las palancas de los ingresos de las entidades en los últimos años por sus mayores tipos de interés respecto a otro tipo de préstamos.
Impacto de la volatilidad
Del mismo modo, los expertos anticipan que la alta volatilidad en los mercados impactará negativamente, a la baja, en las comisiones que las entidades perciben por su negocio de gestión de activos. Credit Suisse, por ejemplo, estima que el negocio de gestión de activos será el que más afecte a la caída de ingresos por comisiones esperada para Santander, CaixaBank y BBVA, que la casa suiza cifra en un 2,4% de media para las tres entidades para este año.
Las perspectivas son desoladoras y pese a que el sector se enfrenta a la crisis con unos niveles de capital lo suficientemente fuertes, los propios banqueros dudan sobre su capacidad para generar ingresos en los próximos meses. Según una encuesta del Observatorio de Digitalización Financiera de Funcas, cerca de un 60% de los directivos del sector prevé que los ingresos caerán hasta un 25% por el impacto del coronavirus.