La Autoridad Bancaria Europea (EBA) confirma que los bancos de la región han llegado a la crisis del coronavirus mucho mejor preparados que en la anterior crisis de 2008, con mayores colchones de capital y liquidez. Sin embargo, la diferencia entre países vuelve a sacar los colores a la banca española en los test de transparencia publicados este lunes por el organismo, con la ratio de capital más bajo de toda la UE, al situarse en 2019 en el 11,9%, muy por debajo de la media del 14,8%.
El ejercicio de transparencia de esta primavera era especialmente esperado al publicarse en plena crisis del coronavirus. Y, aunque los datos corresponden al cierre de 2019, ponen de relieve el estado de salud financiera en el que los bancos europeos han entrado en la pandemia. La EBA, que decidió retrasar los test de estrés de este año para permitir a la banca centrarse por completo en dotar de liquidez a las economías, ha elaborado estos ejercicios entre 127 entidades de la UE.
Entre todas ellas, han mejorado la ratio de capital media en unos 40 puntos básicos, desde la ratio CET 1 fully loaded del 11,40% con la que despidieron el tercer trimestre de 2019. En esta remontada, la banca española se ha quedado atrás, al haber limitado la mejora en el periodo del 11,6% al 11,9%.
Este dato sitúa a la banca nacional como la que afronta la crisis con la peor ratio de capital en Europa, solo igualada con Bulgaria, que ha empeorado desde el 12,1% de septiembre.
A partir de ahí, ni un solo sistema más con una ratio de capital por debajo del 12%. Portugal, por ejemplo, se sitúa en el 13,5%, desde el 12,8% de septiembre, mientras que Italia cerró el año en el 13,2%, Alemania en el 14,5%, similar a la ratio de capital de los bancos franceses o británicos, en el 14,6%. La banca griega, por ejemplo, cuenta con una ratio superior, del 13,3%.
Los más fuertes
Los bancos con una salud financiera más fuerte frente a la crisis son los islandeses, con una ratio fully loaded del 21,8%. Por encima del 19% también se sitúan las entidades de Luxemburgo, Bélgica y Malta.
“En el contexto de una crisis sanitaria sin precedentes, los ejercicios de transparencia confirman que los bancos entran en este periodo de cambios en una posición más fuerte que la anterior crisis”, indica la EBA en su informe, en línea con los mensajes lanzados por el presidente del organismo, José Manuel Campa, en las últimas semanas.
En una entrevista con Invertia, el máximo representante de la institución a los bancos españoles “que gestionen de forma adecuada los riesgos”, reconociendo uno de los grandes retos del sector es hacer frente a la caída de la rentabilidad, que lleva cinco años por debajo del coste de capital.
La decisión de la EBA de retrasar los test de estrés y de no obligar a los bancos a incluir en el cajón de ‘morosos’ los créditos de la crisis, ayudará sin duda a mantener los niveles de capital a raya en relación a los activos de riesgo, con el objetivo de que la crisis sanitaria, que ya es económica, no derive en una crisis de solvencia de la banca.
Aún así, la situación de partida de la banca española sigue siendo mucho más débil que la del resto de Europa. El ejercicio de transparencia de la EBA también evidencia cierta preocupación sobre cómo impactará la crisis en la calidad de los activos del sector, en un entorno en el que se prevé una fuerte subida de los impagos como consecuencia de la contracción económica y del desempleo.
En concreto, la EBA indica que “la calidad de los activos de la banca europea ha seguido una tendencia de mejora en los últimos año”. Así, a cierre de 2019, indican que los activos tóxicos del sector (non performing loans-NPL), cayeron de media 20 puntos básicos respecto a septiembre hasta el 2,7%. La ratio de cobertura se sitúa en el 44,7%. En el caso concreto de España, la ratio de improductivos es superior a la media, del 3,2%, con una cobertura también inferior, del 42,9%.
Aún así, la EBA recuerda que la ratio del cuarto trimestre de 2019 es el más bajo desde que el organismo introdujo la definición de NPLs entre los distintos países europeos. La institución refleja que algunos países elevan notablemente la media por la existencia de un par de bancos que aún reflejan ratios a doble dígito.
Una de las novedades de estos 'test de primavera' es que, por primera vez, ofrece la exposición de la banca a los distintos sectores, para determinar, a su vez, el impacto que la crisis del coronavirus puede tener en la morosidad. Por ejemplo, las entidades españolas tienen un 18% del crédito expuesto al sector retail y otro 18% al de manufacturas, frente al 13% de la media europea. Por encima de la media del 3% también se sitúa la exposición a ocio y restauración. En concreto, en el 5%.