Fidelity advierte: los préstamos fallidos serán el gran obstáculo para que la banca recupere su normalidad
La firma cree que las entidades tardarán en reestructurar sus préstamos improductivos cuando terminen los programas de ayudas de los gobiernos.
30 junio, 2020 02:27Noticias relacionadas
Fidelity acaba de hacer pública su sondeo a analistas anual. Un documento que todos los inversores deben tener muy en cuenta, pues recoge la opinión de 149 analistas de la firma en base a las miles de reuniones que mantienen con las empresas que cubren a la hora de seleccionar sus activos en cartera.
No se trata de una encuesta sobre el sentimiento inversor, sino sobre el de los empresarios y sus respectivos sectores, y cómo ellos mismos se lo transmiten a los analistas en estos encuentros. Esta encuesta es especialmente relevante si se tiene en cuenta que los datos corresponden al mes de junio, cuando el proceso de desescalada permite una visibilidad algo más clara, aunque sea poca, respecto al impacto de la pandemia en las distintas industrias.
En esta ocasión, las previsiones a 12 meses son algo mejores de lo que se podría esperar si se tienen en cuenta las desastrosas proyecciones para la economía global para este año y buena parte del siguiente. La media mundial que utiliza Fidelity, a base de indicadores adelantados de cada sector, evidencia un creciente optimismo sobre la salida de la pandemia, previendo que las empresas recuperen su estabilidad en unos 10 meses de media y, a partir de ahí, vayan creciendo hasta superar niveles de actividad precrisis a finales de 2021.
A la cola de los sectores
En esta tendencia media, hay sectores que tardarán más en la recuperación. En concreto, los analistas apuntan a energía y servicios financieros como las empresas que creen que su camino hacia la estabilidad será más largo, alrededor de 14 meses... con lo que el regreso a la total normalidad tardará todavía más.
Por los datos de la encuesta, los directivos del sector financiero son los más pesimistas en este sentido. Entre las conclusiones de la encuesta, la gestora destaca que los bancos deben recorrer aún un largo camino "para reestructurar sus préstamos improductivos cuando los programas de ayudas de los gobiernos terminen a finales de año".
Es el gran miedo del sector y de los reguladores a nivel global. Que la morosidad repunte con fuerza por el impacto de la crisis en familias y empresas y que la venta de activos improductivos sea más lenta de lo deseado como consecuencia de la pandemia.
Es cierto que los indicadores adelantados del sector financiero han mejorado durante este mes de junio respecto a otros anteriores, pero siguen representando la lectura más baja de todos los sectores que han participado en esta encuesta.
En concreto, apenas un 18% de los analistas ha detectado que los indicadores adelantados dejan ver más claramente la luz al final del túnel. Sin duda es una mejora frente al 5% que así lo apuntaba en mayo, pero la cifra es la más baja, y con diferencia, del resto de sectores.
Por ejemplo, en consumo discrecional y servicios públicos más de un 40% de los analistas considera que la percepción de mejora es ya evidente en los indicadores adelantados de su sector, cifra que se acerca al 50% en TIC y materiales y que ya roza el 70% en el sector salud.
Por otro lado, uno de los puntos positivos para el sector que sí revela la encuesta es el cambio de percepción en el cambio en el papel de la banca, de modo que las entidades de crédito desempeñan una función de servicio público distribuyendo los paquetes de ayudas de los estados y ayudan a los prestatarios durante sus periodos de problemas económicos.
Energía y telecos
El sector que ha registrado la mayor mejoría en su evolución de indicadores adelantados es el energético, gracias a la estabilización del precio del petróleo. De hecho, el 73% de los analistas respondió que los indicadores adelantados son positivos, frente a tan solo el 8% hace dos meses.
“Abril marcó el nivel más bajo por la intensa guerra de precios con trasfondo geopolítico, el breve periodo de precios negativos y la inquietud por el aumento de las reservas pero, desde entonces, los recortes de la producción se han llevado a cabo más rápido de lo esperado, lo que ha devuelto el precio del petróleo en el mercado de contado a dos dígitos positivos, elevando las perspectivas de las empresas energéticas para los próximos doce meses”, indican desde la firma.
Respecto a las tecnologías de la información, la encuesta de Fidelity refleja que puede ser el sector más beneficiado para una mejora del empleo. Frente a la destrucción de puestos de trabajo que se prevé en otras industrias, los analistas espera que las TI registren un un incremento del 10% en los niveles de empleo tras la pandemia.
"Las TI han conseguido sacar partido al papel protagonista que han desempeñado en el desplazamiento del trabajo desde la oficina hacia el domicilio durante la crisis, pero las tendencias durante la última década también han ayudado a la industria a estabilizarse con más rapidez que otras áreas", indican desde la firma. Un analista del sector destaca que los presupuestos tecnológicos en los clientes de las empresas que cubre aguantan mejor las crisis que antes porque los directores tecnológicos “tienen más responsabilidad, lo que significa que consiguen un porcentaje mayor del presupuesto de las empresas”.