Semana clave para los mercados financieros... y para la banca de todo el mundo. Los gigantes financieros de Wall Street presentan desde este martes sus cuentas del segundo trimestre con la perspectiva de un desplome generalizado en el beneficio respecto al año anterior, sin descartar nuevas provisiones que podrían marcar el camino, como ya ocurrió en el primer trimestre, a las entidades del resto del mundo.
Según datos de la Agencia Federal de Garantía de Depósitos de EEUU, los beneficios de la banca de EEUU se desplomaron un 70% en el primer trimestre tras provisionar, en total, cerca de 42.258 millones de dólares. De esa cifra, más de 20.000 millones correspondieron a los gigantes de Wall Street, que decidieron adelantar esas dotaciones a pesar de que la visibilidad sobre el impacto de la crisis era aún prácticamente nula.
Ahora, la evolución económica del país y, sobre todo, los elevados índices de desempleo, con la tasa de paro todavía en el 11% en junio, hace prever nuevos colchones que podrían derivar en el peor segundo trimestre desde la anterior crisis financiera para los grandes bancos del país en su comparativa año a año.
Adiós a la mitad del beneficio
El consenso del mercado estima que las entidades que presentan esta semana sus cuentas registrarán una caída del 55% en el beneficio. JP Morgan, Citi y Wells Fargo serán los encargados de inaugurar la temporada, a los que seguirán BNY Mellon, Goldman Sachs y US Bancorp el miércoles. Habrá que esperar al jueves para conocer las cuentas de Bank of America y de Morgan Stanley.
Unas presentaciones que serán clave, especialmente por las previsiones que puedan dar sus directivos sobre la evolución del negocio de aquí a final de año. Los analistas consideran que, una vez pasado lo más duro de la pandemia, las perspectivas de los banqueros no serán tan negativas como se esperaba en marzo.
Pero si los gigantes financieros no son claros en este punto, el mercado seguirá castigando las cotizaciones bancarias, pese a que la caída del beneficio del segundo trimestre ya está más que descontada por los inversores.
De hecho, el índice S&P 500 Financials, que agrupa a los principales bancos cotizados del país, se ha desplomado más de un 26% este año, frente a la caída del entorno del 2,5% que registra el S&P 500.
El 'trading', esperanza para los ingresos
Los principales bancos de Wall Street confían en que los inversores se queden con la parte buena de sus cuentas que, de nuevo, vendrá por el lado del negocio de 'trading'. Un escudo frente al impacto del Covid-19 en los ingresos con el que, por cierto, superan con creces a los bancos europeos. Por ejemplo, JP Morgan ya ha anunciado que espera que estos ingresos repunten un 50% respecto al año anterior. Para el conjunto del sector, los analistas estiman una mejora de más del 30%.
La volatilidad del mercado y la puesta en marcha de las ingentes cantidades de liquidez acumulados en marzo y abril, harán que los meses de mayo y junio han sido muy productivos en este segmento. En un reciente informe, los analistas de Credit Suisse coinciden al asegurar que "las fuentes de ingresos de los bancos se han mantenido mucho más saludables en esta crisis que en las anteriores".
Wells Fargo, en el punto de mira
De todas las entidades cotizadas, Wells Fargo es de la que más pendiente está el mercado, después de acumular una caída del 55% en bolsa este año. Los analistas de Barclays estiman que la entidad podría presentar su peor cifra de beneficios del segundo trimestre desde, al menos, la última crisis financiera... todo apunta, de hecho, a que los números rojos serán inevitables.
El propio director financiero del banco, John Shrewsberry, aseguró hace unas semanas que seguramente habrá más provisiones por préstamos morosos en el segundo trimestre, respecto a las dotaciones de más de 4.000 millones tomadas de enero a marzo.
También está previsto que el banco concrete cambios en su política de dividendos y los medios financieros locales publicaban este lunes que, además, sus directivos podrían hacer alusión a un plan para recortar miles de empleos de aquí a final de año.
Haris Anwar, analista de Investing.com, explica que, frente a esta perspectiva de Wells Fargo, es posible que en el conjunto del sector las provisiones para hacer frente a un posible incremento de los impagos estén a punto de alcanzar su techo, y eso sería bien acogido por el mercado. "Junto con las crecientes provisiones de préstamos, los inversores también están lidiando con la incertidumbre de futuros pagos de dividendos por parte de estos prestamistas", explica el experto.
Hay que recordar que tras la publicación de los últimos test de estrés, la Reserva Federal (Fed) urgió al sector a limitar los repartos de dividendos y a suspender los programas de recompras de acciones, siguiendo los pasos del Banco Central Europeo (BCE) al otro lado del Atlántico.
Lo mismo en otras entidades como JP Morgan, para quien el consenso del mercado espera un beneficio neto de 3.800 millones de dólares, 1,15 dólares por acción frente a los 2,82 dólares del mismo periodo del año anterior.
La situación se repite en Goldman, con las previsiones apuntando a un beneficio de 1.500 millones de dólares o 3,90 dólares por acción, frente a los 2.300 millones del pasado año. En Bank of America, el consenso estima un beneficio de 28 centavos por acción, desde los 74 centavos del segundo trimestre de 2019.