Aviso a navegantes. El tsunami de nuevas provisiones que está viviendo la gran banca de Wall Street tendrá su réplica en Europa. Y puede que de una forma mucho más fuerte que lo estimado en un principio, derivando incluso en números rojos trimestrales para algunas entidades como así ha ocurrido al otro lado del Atlántico con el gigante Wells Fargo.
El mercado está siguiendo muy de cerca la temporada de resultados de las entidades estadounidenses, después de que en el primer trimestre fueran estos grandes bancos los que marcaron el camino del sacrificio del beneficio para crear abultados colchones frente al coronavirus.
En aquel momento, las entidades españolas, entre otras europeas, no tenían pensado trasladar el grueso de sus provisiones en el año al primer trimestre. Pero finalmente tuvieron que hacerlo no solo por la evidencia de que el golpe de la crisis iba a ser tremendo, sino presionadas por la decisión de sus pares estadounidenses.
Nueva ronda de cuentas
Si la historia se repite, la temporada de resultados que Bankinter inaugura el 23 de julio, dejará abultadas cifras de dotaciones que se sumarán a los 3.800 millones con los que las seis entidades del Ibex cerraron el mes de marzo solo para hacer frente al coronavirus.
De las entidades estadounidenses, solo JP Morgan, Citigroup y Wells Fargo han provisionado otros 28.000 millones de dólares (24.600 millones de euros) en el segundo trimestre ante el esperado deterioro del entorno económico y de la morosidad, dejando en un segundo plano la buena evolución que los ingresos por trading han tenido en estas compañías.
A esa cifra hay que sumar otros 1.400 millones presentados el miércoles por Goldman Sachs… y todas las provisiones realizadas en el primer trimestre, que ascendieron a algo más de 20.000 millones de euros en estos cuatro bancos más Bank of America, que aún no ha rendido cuentas al mercado.
De enero a junio, las provisiones han alcanzado niveles récord en entidades como JP Morgan, con más de 32.000 millones de dólares. Prácticamente la mitad de las pérdidas totales de crédito esperadas por la Fed en el peor escenario de sus test de estrés.
¿Qué pasará en Europa?
Según cálculos de la agencia de rating S&P, las provisiones por deterioro de crédito derivadas de la crisis pueden comerse 120.000 millones de euros del beneficio de los bancos del Viejo Continente hasta 2021 respecto a 2019.
En España, de los 3.800 millones que los seis bancos del Ibex destinaron al 'escudo anti-Covid', 1.600 millones correspondieron a Santander y otros 1.400 millones a BBVA. La cifra total de provisiones superó los 5.200 millones incluyendo otro tipo de dotaciones.
Visto lo visto en EEUU, ese colchón engordará inevitablemente en los próximos meses para un sector que ya ha empezado a tomar otro tipo de medidas para protegerse frente al esperado aumento de los impagos. Así lo anticipaba la última encuesta sobre préstamos bancarios del Banco de España, en la que las entidades reconocen que ya han empezado a ser más estrictas en la concesión de crédito y que, de hecho, prevén endurecer la operativa al haber notado ya un repunte en la morosidad.
En este sentido, desde Renta 4 Banco confían en que no haya más provisiones extraordinarias, pero sí recurrentes “ajustándose a las nuevas guías que dieron las entidades del coste de riesgo de acuerdo a la situación económica que se está viviendo”. En este sentido, todo el foco está en los dos grandes bancos del país, Santander y BBVA, por su mayor exposición a EEUU, Brasil y México.
Coste de riesgo
El mercado ya descuenta que ese coste de riesgo va a subir. Incluso los bancos han realizado sus propias previsiones de esta ratio que se ha convertido en el dato a seguir al comparar entre el volumen de provisiones con la media del saldo de crédito durante el último año. Pero algunas casas de análisis anticipan que algunas entidades se han quedado cortas también en sus previsiones sobre esta variable.
Por ejemplo, la previsión de Banco Santander apunta a un coste de riesgo de 150 puntos básicos como mucho. Pero en un reciente informe, Credit Suisse cree que alcanzará los 189 puntos básicos este año, cifra que eleva a 199 puntos básicos en el caso de BBVA, también por encima de las previsiones del banco.
Aunque esta ratio está por debajo de la crisis de deuda soberana, cuando CaixaBank y BBVA superaron picos de 200 puntos básicos según los datos recopilados por la firma suiza, las previsiones de los expertos reflejan que las provisiones tendrán que ser mayores si el ritmo de concesión de crédito se mantiene como hasta ahora.
Los analistas de S&P Ratings confían en que los bancos de países en los que se han tomado más medidas de protección social frente al coronavirus, como es el caso de España, salven los muebles en términos de deterioro de calidad de los activos. Pero también advierte de que los que más sufrirán serán los más expuestos a los sectores más golpeados por la crisis, como el turismo o las pymes. Y ahí, la banca española ya no tiene todas las de ganar. Más bien lo contrario.
El problema es que si se cumplen las estimaciones, a no ser que el sector encuentre una fuerte palanca de ingresos como han hecho las entidades estadounidenses con su negocio de trading, las mayores provisiones volverán a golpear los beneficios del sector, con alguna entidad que pueda incluso registrar pérdidas trimestrales, como ya lo hizo BBVA en sus cuentas de enero a marzo. La situación complicaría, además, el retorno de los dividendos, vetados por el Banco Central Europeo (BCE), precisamente, para preservar el capital frente a la crisis.