El banco portugués Big ultima el desembarco en España mediante su plataforma digital de ahorro e inversión. Según ha podido confirmar Invertia, el Banco de Investimento Global (Big) se encuentra en estos momentos cerrando los últimos flecos de su plantilla en nuestro país.
La idea es lanzar sus primeros servicios en septiembre y tener una completa cartera de productos para captar ahorro e inversión antes de que finalice el año. De hecho, tienen objetivos muy concretos de captación de clientes, con una primera valoración de los resultados de su implantación en el mercado español ya en el mes de diciembre.
En estos momentos están sometiendo a las pruebas finales a su plataforma digital, el eje de su negocio. Del mismo modo, se encuentran acondicionando su única oficina en la calle Serrano de Madrid, donde está su sede social en España.
La justificación para la implementación de esta sede física es generar confianza en los clientes e identificación con nuestro país, pero esto no quita que su modelo sea totalmente digital y la idea es que todas las contrataciones se hagan por esta vía.
La entidad estará enfocada a clientes y usuarios digitales. No se califican como un Neobanco, pero sí reconocen que son 100% digitales en cuanto a su relación con clientes.
16 oficinas en Portugal
El banco ya está inscrito en los registros de la CNMV en el apartado Sucursales de entidades de crédito comunitarias, lo que le permite operar como banca digital y ofrecer productos financieros en España.
Big opera en Portugal y en el mercado africano, pero su inminente desembarco en España es el proyecto más grande que se han planteado hasta el momento fuera de sus fronteras, desde su lanzamiento en 1998.
Según consta en su portal, Big está enfocado a personas, instituciones y comercios y siempre en el mundo digital. El principal nexo con los clientes minoristas es su plataforma de inversión en línea (www.BiG.pt) y asesores desplegados en solo 16 sucursales en las ciudades más importantes del país luso.
Los últimos datos auditados del banco indican que tienen un total de 2.277 millones de activos netos, 347,1 millones de capital propio y activos bajo supervisión por valor de 3.401 millones de euros. En 2018 ganaron 23 millones de euros.
El capital del banco está en poder de pequeños accionistas. El mayor es António da Silva con un 12,18% de las acciones, seguido de Carlos Adolfo Coelho con un 11,31%, Adger con el 10,43% y WWC World Wide Capital con el 9,3%. La idea es que ningún gran accionista controle el banco.