Apenas unos minutos después de la confirmación de las negociaciones entre Bankia y CaixaBank para una posible fusión, el Ministerio de Asuntos Económicos ha reconocido que el equipo del FROB está "permanentemente analizando las condiciones de mercado con el fin de proteger el interés público de la participación en Bankia".
Fuentes del Ministerio explican que tienen contacto frecuente con las principales entidades financieras del país, y aseguran que, en el caso de que las conversaciones entre ambas entidades terminen en un acuerdo de fusión, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) analizará el mismo "con completa objetividad desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas".
Al fin y al cabo, el FROB tiene mucho que decir en la operación, pues es el primer accionista de Bankia con una participación superior al 61%.
Desde Economía insisten en que la prioridad del Gobierno en Bankia es "proteger el interés general de los ciudadanos españoles, maximizar el valor de la participación pública y reforzar la estabilidad financiera del país", dejando claro que "estos son los principios que guiarán cualquier decisión en este ámbito".
Es cierto que la privatización permitiría al Gobierno recuperar parte de las ayudas públicas percibidas por Bankia en su rescate de 2012, que superaron los 24.000 millones de euros. De hecho, la caída a plomo de la cotización de la entidad en bolsa no deja otra opción, tras unos años de desplome que han dejado su gráfica por debajo del euro por acción durante demasiado tiempo.
En los dos procesos de venta parcial que el FROB ha llevado a cabo para recuperar parte de las ayudas, junto a los dividendos, el Estado solo ha recuperado unos 3.000 millones de euros de todo lo inyectado.