Las calculadoras de las casas de análisis echan humo. Barclays ha sido la última firma en presentar un informe sobre la fusión entre CaixaBank y Bankia, valorando positivamente la operación y advirtiendo que la entidad fusionada tendría que hacer frente a una ampliación de capital adicional de entre 450 y 1.200 millones de euros, dependiendo de los costes de reestructuración.
Los expertos de la firma manejan un escenario medio en el que la entidad resultante prescinde de la mitad de la plantilla de cada oficina cerrada. En ese caso, los costes de reestructuración ascenderían a 1.100 millones de euros. Sin embargo, Barclays asegura que el grupo podría aspirar a mayores sinergias haciendo subir el porcentaje al 75%, indicando que en ese caso, los costes subirían en 550 millones de euros y las sinergias serían de 722 millones.
Según recuerdan, el solapamiento de oficinas tiene lugar, sobre todo, en Madrid y la Comunidad Valenciana (con un 36% y un 32%, respectivamente). Barclays recuerda que, en procesos de adquisición anteriores, CaixaBank ha cerrado el mismo número de oficinas que ha adquirido, con lo que, de seguir esta estrategia, el número de oficinas cerradas ascendería a 2.267 (el número que ahora mantiene Bankia, frente a las 4.012 de CaixaBank).
Cuota de mercado y competencia
La firma también considera que la entidad resultante estaría bien situada en términos de cuota de mercado en préstamos, con alrededor del 33%, siendo las pensiones el único segmento de negocio que podría presentar riesgo de concentración.
Los analistas de Afi también descartan problemas en términos de competencia en la operación. "En términos de cifras, la entidad resultante se situaría en crédito y depósitos como la primera en el territorio nacional, con una cuota de mercado que sobrepasaría el 22% tanto en créditos como de depósitos", insisten.
En este sentido, aluden a la evolución de las cuotas de oficina e índices de concentración (Índice de Herfindahl (IHH)), en aquellos territorios en los que ambas entidades presentan un mayor volumen de establecimientos.
En este sentido, marcan los mayores índices de concentración en la Comunidad Valenciana, Madrid o Murcia en el momento inicial de la fusión.
Sin embargo, indican que "ni en términos de cuotas de mercado ni de índices se alcanzarían unos niveles de concentración que pudieran generar preocupación entre las autoridades de competencia, más si cabe teniendo en cuenta la previsible reestructuración de la red de oficinas que acompañará al proceso de fusión".
De hecho, estos niveles alcanzados en determinadas CCAA deben ser considerados como indicativos de aquellos territorios con un mayor potencial de registrar cierres de oficinas y de generar sinergias.
Gastos de explotación
Los analistas de Afi también han realizado un cálculo valorando dos escenarios de reducción de gastos de explotación, en función de una rentabilidad (medida por el ROE) objetivo entre el 8% y el 10%, situado en el rango del coste de capital considerado como razonable por las autoridades supervisoras y reguladoras.
En el primero, para alcanzar un ROE del 8%, la entidad resultante tendría que disminuir en más de 800 millones de euros los gastos de explotación, "con el consiguiente impacto en capital que haría reducir el CET 1 hasta el 12,2% (impacto de -0,4 puntos porcentuales sobre el capital resultante de la agregación)".
En el segundo escenario, para alcanzar un ROE del 10% la cifra sería de 1.600 millones de euros, "con el consiguiente impacto en capital que haría reducir el CET 1 hasta el 11,9% (impacto de -0,7 puntos porcentuales sobre el capital resultante de la agregación)".