El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha vuelto a lanzar una petición de prudencia al sector bancario en plena semana de presentación de resultados. Y esta vez, no solo con el dividendo, sino con las políticas de provisiones para hacer frente a la pandemia, advirtiendo de que la morosidad repuntará "incluso en el escenario más benigno" en los próximos trimestres.
Durante su intervención en un evento financiero organizado por Accenture y El Economista, Hernández de Cos indicó que en el sector han provocado que el deterioro del crédito aún no se materialice. Sin embargo, advierte de que "lo hará en los próximos trimestres".
Aunque el gobernador reconoce que el aumento de provisiones ha impactado en la rentabilidad del sector, "también ha elevado su capacidad de absorción de deterioros, algo que los inversores valoran especialmente en estas circunstancias", indica. En este sentido, ha llamado a las entidades a "persistir en esta política de anticipación del reconocimiento". Es decir, insistir en las políticas de provisiones como ya han hecho Bankinter y Liberbank en sus respectivas cuentas del tercer trimestre.
"Esto facilitará que, con posterioridad, puedan seguir cumpliendo con su función de proporcionar financiación a la economía", explica. Hernández de Cos ha indicado que "las entidades deben garantizar un reconocimiento adecuado y a tiempo del deterioro efectivo de la calidad de las exposiciones crediticias a través del cumplimiento de las guías supervisoras".
El futuro de los dividendos
Después de asegurar que "las entidades tendrán tiempo suficiente para volver a cumplir con los requerimientos de capital y que el inicio del proceso nunca se hará antes de que los principales efectos de la pandemia se hayan disipado", Hernández de Cos también ha pedido al sector.
El gobernador ha defendido la "racionalidad" del veto a distribuir dividendos, una medida que ha asegurado que busca una mayor acumulación de recursos en las entidades para la absorción de pérdidas en un contexto de fuerte incertidumbre.
Con carácter general, todas las entidades españolas que pudieron legalmente suspender o aplazar el dividendo sobre los resultados de 2019 siguieron estas recomendaciones. Según cálculos del organismo supervisor, esto les permitirá añadir alrededor de 50 puntos básicos en 2020 a sus colchones de capital, que se suman a los que ya tenían antes de que estallase la pandemia.
En esta línea, ha añadido que el Banco Central Europeo (BCE) y la Junta Europea de Riesgo Sistémico revisarán la anterior recomendación antes de que finalice el año. "La decisión final tendrá en cuenta la situación macrofinanciera que enfrentemos en ese momento", ha señalado
En todo caso, con independencia de la decisión que se adopte, Hernández de Cos ha dicho que la recomendación de prudencia en este ámbito debe seguir estando vigente mientras persista la incertidumbre actual y hasta que se consolide una recuperación económica sólida.