La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha pedido este jueves más coordinación de los poderes públicos para hacer frente a la pandemia y un refuerzo de los sistemas de detección de la Covid-19 para no hacer un daño mayor a la economía.
Durante su intervención en la Conferencia Internacional de Banca 2020 del Santander, Botín ha recordado que cuanto más se invierta ahora en manejar esta situación, "antes nos recuperaremos y menos gente morirá", con lo que no se deben escatimar recursos para hacer pruebas diagnósticas a la mayor población posible con el fin de poder aislar a los portadores del virus.
"Con test y con aislamiento es posible tener una vida de trabajo aceptable. En España, esto es crucial para mantener vivas a las empresas. Si una empresa cierra ahora, es difícil que abra después, así que es fundamental generar confianza en el ámbito sanitario", ha advertido. Y ha puesto como ejemplo la gestión del Santander con el seguimiento del coronavirus entre sus empleados.
La entidad ha realizado test a sus empleados y está utilizando apps de rastreo. Según los datos que ha ofrecido, por cada 100.000 empleados se han testado 4.851. De ellos, 240 tienen el coronavirus, tres están hospitalizados y 1.113 han tenido que someterse a cuarentenas.
Se trata de datos que junto con el seguimiento demuestran que el ratio de infectados en sucursales en comparación con sus servicios centrales es muy pequeño. Algo que para la presidenta del Santander indica que el virus no se contagia en la oficina, ni en el viaje al puesto de trabajo, sino en el ámbito privado.
Botín ha compartido mesa virtual de debate con el presidente y CEO de BlackRock, Larry Fink, la vicepresidenta económica del Gobierno español, Nadia Calviño, y el politólogo de la Universidad Johns Hopkins, Yascha Mounk. Todos ellos, moderados por el periodista británico James Harding han abordado la situación que atraviesa el mundo por la pandemia y la sociedad que nacerá cuando la ciencia permita que sea controlada.
Mounk también se ha referido a los sistemas de prevención de contagios y ha subrayado que los países asiáticos han tenido más éxito en contener la pandemia que los occidentales.
"No creo que esto se explique por ser autocráticos. Tenemos que ser más ambiciosos. Los europeos y occidente en general están suspendiendo en la gestión del virus en comparación con Asia", ha señalado el conocido profesor.
Salto de una década
Aprovechando el título de la conferencia Reconstruyendo el futuro, Larry Fink ha abordado algunos de los retos que tiene por delante el mundo, pero ha resaltado también las fortalezas de la humanidad ante esta crisis.
"Con la Covid hemos dado un salto de una década en solo 8 meses. ¿Te puedes imaginar esta pandemia hace seis años? Ahora estaríamos en una depresión", ha señalado. Después, ha recordado que hay empresas, como las tecnológicas, que han salido reforzadas de esta crisis, que también ha servido para demostrar que "sabemos adaptarnos".
"Ahora hacemos más cosas en remoto, consumimos más en internet, nos educan en internet… Tenemos más conectividad en el entorno sanitario".
Fink también se ha referido a otros aspectos que ha traído la Covid-19, como el teletrabajo. En concreto, ha asegurado que su organización mantendrá en el futuro un ratio de entre el 60 y 70% de trabajadores presenciales y el resto podrán trabajar en remoto de forma rotativa para beneficiarse del ahorro de tiempo en transporte.
En el marco de la conferencia financiera, Fink ha recordado que los bajos tipos de interés que hay en el mercado en este momento pueden convertirse en una amenaza para la economía en el medio plazo.
El presidente de BlackRock, accionista del Santander y otras muchas empresas españolas, ha destacado que los bajos tipos penalizan a los ahorradores y son una amenaza para su jubilación. En especial, en Europa, donde el 80% de los ciudadanos opta por los depósitos bancarios para ahorrar.
Fink ha calificado de "crisis silenciosa" el problema que tendrá que afrontar la sociedad en el futuro por la falta de ahorro suficiente para la jubilación.
Acortar la brecha
Botín, por su parte, ha subrayado que los gobiernos deben trabajar para que no se genere una brecha entre los trabajadores que pueden seguir con su actividad en remoto y aquellos que no pueden acudir a sus centros de trabajo.
Además, ha destacado que para salir de esta crisis será necesario reforzar la cooperación entre países y entre el sector público y privado. En su opinión, el mundo necesita "un nuevo contrato social" con urgencia.
Por su parte, Calviño ha destacado que en estos momentos de alta incertidumbre, los gobiernos deben velar por dar la máxima "claridad" posible a los ciudadanos y los agentes económicos en todas las dimensiones: la salud, la política y la economía.
En ese contexto, ha recordado ante el auditorio de la Conferencia las medidas que ha ido poniendo en marcha el Gobierno de España desde el pasado mes de marzo para que la pandemia modificó el orden económico y ha recordado que los fondos europeos serán una oportunidad para acelerar la recuperación y acometer las reformas estructurales necesarias para conseguir mejorar la competitividad de la economía española.
Calviño ha subrayado que los Presupuestos para el próximo año incorporan una partida de 39.000 millones de euros de inversión pública, en su mayoría financiada por las ayudas europeas, para impulsar la recuperación.