Las fusiones como vía para reducir costes y mejorar en eficiencia y rentabilidad... pero solo en territorio nacional. En pleno proceso de consolidación en España, el sector bancario vuelve a mostrarse escéptico con las fusiones transfronterizas en Europa ante las trabas regulatorias que aún suponen estos procesos.
Así lo ha manifestado el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, durante su participación en el XXVII Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte y ABC. En un momento en el que nuevos gigantes bancarios se abren paso en España, con la unión de CaixaBank y Bankia y la posible de BBVA y Sabadell, el banquero ha recordado que "la regulación favorece a los bancos pequeños y perjudica a los grandes".
Según ha explicado, en este tipo de operaciones se consiguen sinergias por ahorro de entre el 40% y el 50% de la base de costes de la entidad más pequeña de la operación, algo que aún no está estudiado en Europa. "Tenemos problemas como que no existe un fondo de garantía de depósitos común, el mercado único de capitales tampoco acaba de funcionar" y, a su juicio, todo esto impide el ansiado proceso de consolidación transfronteriza en el que insisten los reguladores.
"Todos los elementos hacen que el apetito sea relativamente bajo en este tipo de transacciones", insiste Álvarez.
Por su parte, el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, coincide en que las fusiones son la vía para escapar al entorno de tipos de interés negativos. Considera que los movimientos que se están viendo en países como España son el paso previo a las fusiones transfronterizas. Sin embargo, coincide en que los problemas regulatorios son un obstáculo para alcanzarlas.
¿Modelos a imitar?
En este sentido, señala que, fuera de Europa, se han tomado iniciativas para favorecer este tipo de operaciones, más allá de la flexibilidad en los requisitos de capital. Por ejemplo, recuerda que el Banco Central de Japón acaba de anunciar que "está dispuesto a pagar a los bancos para que se consoliden, ofreciendo una prima de 10 puntos básicos en la facilidad de depósito a aquellos que apuesten por la consolidación". Del mismo modo, indica que también han relajado las reglas de competencia para favorecer la consolidación del sector.
"Para que se produzca la consolidación que el supervisor reclama, todavía queda un poco, pues requiere de cambios estructurales y abrir las fronteras europeas a la banca", insiste. A su juicio, también falta desarrollar plataformas tecnológicas globales dentro de Europa, algo que, a su vez, requiere "saltar ciertas barreras regulatorias y asumir por parte de los Estados perder cierta soberanía sobre las entidades financieras". Por no hablar de la unión bancaria que, a su juicio, "se ha quedado en el camino" sin un fondo de depósitos común.
Respecto a la fusión con CaixaBank, el directivo ha recordado que "los accionistas de Bankia entran en un Grupo con una prima de valor del 20% y una capacidad de diversificar los ingresos mayor a la que habría podido tener Bankia por sí sola".
En el foro también ha participado Edouard Fernández-Bollo, Miembro del Consejo de Supervisión del BCE, ha querido matizar que las fusiones transfronterizas no son tal, al considerar a la zona euro unan sola jurisdicción. Reconoce que, "dada la situación de los mercados hoy, es más fácil reducir inmediatamente los costes en una fusión únicamente nacional que en una transfronteriza".
Sin embargo, recuerda que "no hay que perder de vista que pueden aportar una diversificación muy util para mejorar la eficiencia de los bancos".