El Banco Central Europeo (BCE) certifica que la banca española no solo es la menos solvente de Europa, sino también la menos rentables. Entre julio y septiembre, los 12 bancos nacionales supervisados directamente por el BCE presentaron un retorno sobre capital (RoE, por sus siglas en inglés) del -3,60%, que, a pesar de mejorar desde el -9,20% del segundo trimestre, se situó muy lejos del 2,12% de media de la zona euro y solo por encima del -4,15% registrado por los bancos irlandeses.
En el extremo opuesto, los bancos lituanos se mostraron como los más rentables del euro, con un RoE del 11,10% en el tercer trimestre, prácticamente nueve puntos por encima que la media de la eurozona. Por detrás se situaron los bancos de Estonia, con un 6,69%, y los de Finlandia, con un 5,90%.
En el caso de las otras grandes economías del euro, el RoE de los bancos alemanes se situó en el tercer trimestre en el 1,42%, frente al 0,86%, del segundo trimestre, mientras que el de los bancos italianos alcanzó el 3,57% desde el 0,14% de los tres meses anteriores. De su lado, los bancos franceses elevaron su RoE al 4,28%, frente al 3,67% correspondiente a los meses de abril a junio.
La baja rentabilidad de la banca de la zona euro representa un problema clave para la estabilidad del sector, según el BCE, que ha venido alentando a las entidades y autoridades nacionales a acometer procesos de consolidación a nivel doméstico y transfronterizo. De hecho, la institución confirmó este martes que no exigirá capital adicional a las entidades fusionadas.
Por otro lado, como viene siendo habitual en los últimos trimestres, la banca española figuraba en la última posición de la eurozona en cuanto a la ratio de capital CET1, al situarse en un promedio del 12,54% en el tercer trimestre, ligeramente por encima del 12,25% de los tres meses anteriores, aunque por debajo de la media del 15,21% en la zona euro.
Por debajo del capital
De hecho, las entidades españolas bajo supervisión directa del BCE son las únicas, junto a las de Grecia (14,72%), Italia (15,13%), Austria (13,66%) y Portugal (13,42%), que quedaron por debajo del umbral medio de capital básico de la zona euro en el tercer trimestre.
Por el contrario, las entidades de Estonia, con un 28,78%, contabilizaron la ratio CET1 más elevada de la zona euro, por delante de las de Lituania, con un 21,75%, y las de Luxemburgo, con un 19,21%.
En cuanto a la ratio de préstamos dudosos (NPL, por sus siglas en inglés), la media de la eurozona se situó al finalizar el tercer trimestre en el 2,82%, ligeramente por debajo del 2,94% de los tres meses anteriores y su mejor lectura desde que el BCE comenzó a publicar sus estadísticas de supervisión en el segundo trimestre de 2015.
Entre los países del euro, la menor ratio de préstamos dudosos correspondió a Luxemburgo, con un 0,75%, seguido de Alemania, con un 1,20%. En el extremo opuesto, Grecia registró un ratio del 28,85%, por detrás del 12,37% de Chipre y del 6,15% de Portugal.
Los bancos españoles registraron una ratio de préstamos dudosos al cierre del tercer trimestre del 2,99%, ligeramente mejor que el 3,02% entre abril y junio, aunque algo por encima de la media de la eurozona.