Ni virus, ni tipos negativos ni tampoco el riesgo de impago. La crisis ha pasado de largo por el negocio hipotecario de Bankia, uno de los grandes revulsivos en la actividad comercial del sector durante el año de la pandemia. La entidad formalizó un récord de más de 1.000 millones de euros en el último trimestre de 2020, permitiendo superar con creces los 'niveles pre-Covid' en este segmento de negocio.
En concreto, Bankia despidió el año con 3.348 millones de euros en hipotecas ya formalizadas, un 14,3% más que los 2.929 millones registrados a cierre de 2019.
Según sus últimas cuentas anuales, presentadas el jueves al mercado, la actividad se aceleró especialmente en la segunda mitad del año. Tras los 772 millones formalizados en el primer trimestre y los 689 millones del segundo, el grupo aceleró para recuperar otros 801 millones de euros en el tercer trimestre.
La verdadera 'explosión' se produjo entre octubre y diciembre, cuando se alcanzaron los 1.086 millones de euros mencionados, un crecimiento trimestral de más del 35,5%.
La cifra de este último periodo también es un 28% superior a la del último trimestre de 2019, y refleja la fortaleza de Bankia con una cuota de nueva producción que se acercaba al 8% a cierre de noviembre, últimos datos disponibles. Hace un año, ese porcentaje de peso en el mercado rondaba el 6,8%.
El tipo fijo ya pesa un 67%
Según explicaban hace unos meses fuentes de la entidad a Invertia, a principios de año, la idea del equipo directivo era cerrar 2020 con un incremento de la producción del 7%. “Después vino la crisis y cambiamos las estimaciones a una caída del 30% y ahora nos encontramos con esta positiva sorpresa", indicaban entonces. Y eso que todavía no había llegado el 'boom' en el volumen de formalizaciones.
Un ‘acelerón’ en el que las hipotecas a tipo fijo se han consolidado como la gran opción en la oferta de la entidad para sus clientes. Con un euríbor en negativo, que así seguirá al menos hasta 2026 según sus estimaciones, Bankia ya firma más de un 67% de sus préstamos para vivienda a tipo fijo (sobre el total del importe formalizado este año). Hace solo unos meses, ese porcentaje rondaba el 64%. Y la cifra cobra más perspectiva si se compara con el 48% que suponía a cierre de 2019.
Más allá de la guerra de precios y la campaña de subrogación que Bankia lanzó en febrero de 2020 para captar clientes procedentes de otros bancos, la entidad atribuye este crecimiento a otros factores. “A lo largo de 2019 pusimos prioridad en este mercado, con un cambio muy relevante en todos los procesos para mejorar la aproximación al cliente”, indican.
Del mismo modo, apuntan al refuerzo que ha experimentado la entrega de viviendas y promociones financiadas últimamente, a las que no habían podido dar salida antes del cierre de 2017 por Plan de Reestructuración firmado por la entidad con la Comisión Europea. “Las inversiones realizadas en 2018 y 2019 están madurando ahora”, explica Goirigolzarri.
La entidad descarta que esta evolución en su cartera de hipotecas implique un mayor riesgo de impago en el medio plazo, ante las dificultades que las familias españolas puedan experimentar como consecuencia de la crisis y la destrucción de empleo. Recuerdan, en este sentido, que el tipo de hipotecas que formalizan cuentan con un loan to value (ratio que mide el porcentaje de deuda sobre el valor del inmueble) “muy sano y prudente”, del 65% de media.
También defienden que los datos del impacto de las moratorias aplicadas durante la crisis siguen reflejando que, pese a las dificultades, las hipotecas son de lo último que dejan de pagar los clientes. En el caso de Bankia, el 98% de los clientes en moratoria hipotecaria que ya ha vencido están al corriente de pago, frente a un 2% que presentan problemas en este sentido.