Con paso firme hacia la descarbonización. Banco Santander ha anunciado su objetivo de cero emisiones netas de carbono en todo el grupo en 2050, para apoyar los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Esta ambición es tanto para la propia actividad del grupo, que es neutro en carbono desde 2020, como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece Santander.

Para conseguirlo y facilitar la transición a una economía baja en carbono, el banco alineará en 2030 su cartera de generación de energía eléctrica al Acuerdo de París, y ha publicado hoy sus primeros objetivos de descarbonización. Por un lado, en 2030 habrá dejado de ofrecer servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico.

Por otro lado, el banco planea tener para esa fecha eliminado por completo su exposición a la minería de carbón térmico en todo el mundo.

La entidad cántabra proporcionará más detalles de su hoja de ruta para su ambición de alcanzar cero emisiones netas en su informe sobre financiación climática, que se publicará este año. Como tarde, en septiembre de 2022, compartirá los objetivos de descarbonización para otros sectores relevantes, como los de petróleo y gas, transporte, y minería y siderometalurgia.

“El cambio climático es una emergencia global. Somos uno de los mayores bancos del mundo, con 148 millones de clientes, y por eso tenemos la responsabilidad y la oportunidad de apoyarla transición ecológica y animar a más personas y empresas a ser más sostenibles. Queda muchísimo por hacer, pero los compromisos que anunciamos hoy son un gran avance”, ha explicado la presidenta del banco en un comunicado, Ana Botín.

Objetivos

Para alcanzar sus objetivos, Banco Santander centrará su estrategia sostenible en tres pilares. Primero, en alinear su cartera para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. En este sentido, se compromete a aumentar la información pública relacionada con clima, incluyendo el análisis de materialidad en el Informe Anual 2020 del grupo, que se publica este mes. El informe proporcionará también el dato de intensidad de emisión del sector de generación de energía eléctrica.

Del mismo modo, y entre otras medidas, actualizara su política de gestión de riesgos medioambientales, sociales y de cambio climático con respecto a las actividades prohibidas y restringidas en sectores de altas emisiones, entre otros. Esto incluye actividades en sectores relevantes para el clima como son los de energía, minería y siderometalurgia, y materias primas agrícolas. Además, trabajará en la medición de las emisiones financiadas y métricas relacionadas para apoyar el establecimiento de objetivos intermedios y mejorar la información pública.

El segundo pilar será apoyar la transición hacia una economía verde. Desde la entidad recuerdan que ya en 2020 ayudaron a financiar proyectos de energías renovables de nueva creación (greenfield) con una capacidad total instalada de 13.765 megavatios (MW), "suficiente para suministrar energía a 10,3 millones de hogares2 y evitar la emisión de 60 millones de toneladas de CO2". 

El objetivo ahora es facilitar la movilización de 120.000 millones de euros en financiación verde hasta 2025. Esta cifra aumentará a 220.000 millones de euros hasta 2030 e incluye, entre otros, financiación de proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes,financiación de capital y exportaciones y asesoramiento.

Desde 2019, Santander ha financiado o facilitado 33.800 millones en financiación verde. Y la entidad quiere seguir ese camino también en los productos que ofrece a sus clientes, con más hipotecas verdes, préstamos para la eficiencia energética,  préstamos para la instalación de paneles solares, para adquirir vehículos eléctricos y para la agricultura con bajas emisiones de carbono; soluciones de inversión ESG, y servicios adicionales como tarjetas ecológicas o herramientas de medición de la huella de carbono, que permite a los clientes compensar sus emisiones.

El tercer pilar se desarrollará reduciendo la huella medioambiental del banco. Desde Santander recuerdan que ya se ha logrado la neutralidad de carbono de su propia actividad mediante el uso de energía renovable y otras iniciativas de eficiencia, así como con la compensación de las emisiones restantes. Ahora, el banco ha creado un plan de compensación de emisiones de carbono con cinco proyectos que han sido certificados por cumplir con estándares internacionales reconocidos como el Gold Standard, el Verified Carbon Standard (VCS) y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto.

Estos proyectos son los de energía eólica "Oaxaca III" en México; la reforestación en Guadalajara (España); la central hidroeléctrica "Salto Pilão" en Brasil; el proyecto de reducción de las emisiones de N2O en Krefeld (Alemania), y la recuperación de gas en el vertedero Bluesource de Spartanburg (Carolina del Sur, Estados Unidos).

El banco también está avanzando para alcanzar otros objetivos que ya se fijaron en 2019, como la utilización del cien por cien de la electricidad procedente de fuentes renovables en todos los países en los que opera en 2025. De hecho, a cierre de 2020 el 57% de la electricidad utilizada por el banco procedía de fuentes renovables.

También propusieron eliminar los plásticos innecesarios de un solo uso de sus oficinas y edificios corporativos para final de este mismo año y, a cierre del pasado, el banco ya había logrado una reducción del 98%.

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