La venta de Novo Banco España parece esclarecerse, aunque la palabra final la tendrá que decir el gobierno portugués. Haitong Bank, que pujaba por el pack completo de la sucursal española como Abanca, se ha retirado del proceso y finalmente no hará oferta vinculante, confirman fuentes financieras. Eurocaja Rural y Andbank se mantienen, aunque en su caso solo han ofertado por una pequeña parte.
Haitong, que está apostando por los depósitos bancarios (ligeramente extratipados, lo que la situación de tipos bajos permite) para crecer en Europa, empezó el proceso de venta como el favorito. De hecho, fue Abanca quien se incorporó en el último momento. Sin embargo, ahora se ha dado la vuelta a la situación. Haitong le pone en bandeja de plata al banco gallego el quedarse con Novo Banco España, con la caja y el banco andorrano en segundo plano. Sin embargo, no significa que esté hecho para el banco que preside Juan Carlos Escotet.
Sendas ofertas, una vinculante y otra no, daban como resultado pérdidas de unos 300 millones de euros, teniendo en cuenta los 200 millones que la sucursal tiene como fondos propios. Esto se debe a las dotaciones que deberían realizar con motivo de la crisis económica de la Covid.
En la práctica, Haitong y Abanca acabarían ganando dinero con la compra, en vez de ponerlo, ya que el gobierno de Portugal tendría que abrir una nueva línea de ayuda.
El gobierno luso tendría que autorizar la operación, porque serían los contribuyentes portugueses quienes, en última instancia, acabarían poniendo el dinero. Cabe recordar que el Estado portugués controla un 25% de Novo Banco, mientras que el 75% del capital lo tiene el fondo Lone Star, que es quien tiene que decidir a quién vende la sucursal española. Eso sí, con la aprobación del gobierno.
Eurobic e Isabel dos Santos
El grupo Novo Banco ha tenido que recibir inyecciones de capital de casi 3.000 millones en los casi cuatro últimos años, parte de los cuales han sido préstamos del Estado. Estas inyecciones se realizan mediante el mecanismo de capital contingente, un instrumento que se activa para afrontar las pérdidas derivadas de los activos problemáticos heredados del antiguo Banco Espírito Santo (BES).
Quedan todavía unos 900 millones de euros por poner por parte del Estado de Portugal y esta operación, de formalizarse, sería objeto de ello. Pero las reiteradas tensiones políticas en el seno del gobierno vecino por este caso y la mala opinión pública que tendría la venta a pérdidas (otra más) no hacen otra cosa que complicarlo.
Así pues, Abanca parte ya como primera opción si el gobierno decide prescindir de Novo Banco España con números rojos. Otra cosa es que lo haga.
En el país vecino, las miradas también están puestas en la venta de Eurobic, precisamente el banco por el que Escotet llegó a un acuerdo de compra pero que en junio de 2020 se echó atrás por discrepancias con la multimillonaria angoleña Isabel dos Santos, que posee el 42,5%. Y es que Portugal quiere que la más conocida como la 'reina de África' salga de sus vidas tras los varios escándalos y procesos judiciales abiertos, una vez logrado en BPI, que ahora posee CaixaBank.
Según medios locales, la propia Novo Banco y CTT aspiran a integrar Eurobic. Si fuera Novo Banco quien se llevara el gato al agua, la venta de su sucursal española tomaría otro cariz, porque la matriz sería más grande y daría más juego en una posible venta completa de Lone Star y el Estado, haciendo innecesario el proceso de venta español, que ahora queda en stand by hasta nuevo aviso.