El parón del consumo ha acarreado un aumento en la tasa de ahorro de los españoles, pero la pandemia ha tenido otro gran efecto sobre esta ratio. Debido a las restricciones por la pandemia muchas familias se han visto obligadas a no alcanzar el nivel de consumo que habrían deseado, lo que ha dado lugar a un ahorro "forzoso" que el Banco de España cree que alcanza el 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB), con cifras al cierre de septiembre del pasado año.
El consumo, de acuerdo con el análisis del supervisor, ha retrocedido, principalmente, en las partidas de gasto asociadas al transporte o a un alto grado de interacción social, que han sido las más afectadas por las restricciones. Esta falta de gasto ha dado lugar a un mayor ahorro.
El Banco de España cree que el avance en la vacunación permitirá que las restricciones se relajen, lo que debería dar lugar a un mayor consumo y, por tanto, a liberar esa bolsa de ahorro que las familias han acumulado durante la pandemia, si bien se trata de un proceso aún sujeto a la incertidumbre, por lo que hay razones para pensar que no tendría tal impacto. Una de ellas es que parte de ese consumo que no se ha llegado a realizar no es aplazable, como el relacionado con los servicios.
A ello se suma que en la expansión de esta bolsa de ahorro han tenido protagonismo las rentas más altas, pues los hogares con menores ingresos tienen menos capacidad de ahorro y en ellos el aumento de este ha sido limitado o inexistente.
"El gasto que no ha podido efectuarse por el efecto de las medidas de contención (y que se ha ahorrado)—fundamentalmente el vinculado con aquellas partidas que
conllevan una mayor movilidad e interacción social— pesa menos en el gasto de los hogares con las rentas más bajas", apunta el Banco de España en un informe dado a conocer este miércoles.
Miedo a más impuestos
Con todo, el Banco de España advierte de que es posible que esa bolsa de ahorro no se libere automáticamente con la recuperación. A ello pueden contribuir dos factores. El primero es que los hogares decidan mantener este ahorro elevado en el futuro al anticipar futuras subidas de impuestos debido al incremento de la deuda pública.
En segundo lugar, podría llevar a las familias a no gastar sus ahorros el hecho de que su patrón de consumo haya cambiado hasta tal punto que sean más propensas a ahorrar ante el temor de que nuevos eventos extremos, como la pandemia, se manifiesten en el futuro.