Andrea Orcel y Santander se verán las caras en los tribunales el próximo 7 de abril. El juzgado encargado del proceso judicial que enfrenta a ambas partes por el fichaje fallido del italiano como consejero delegado de la entidad ha fijado ya la nueva fecha para la vista oral tras aplazarla en la mañana del martes.
El juicio debía celebrarse este miércoles, pero tuvo que posponerse por la imposibilidad de acudir del magistrado del caso, que debe guardar cuarentena tras tener contacto estrecho con un familiar conviviente que dio positivo en Covid-19.
En esta vista debía declarar, entre otros, la presidenta de Santander, Ana Botín, en calidad de testigo para dar cuenta de su versión de los hechos, que se iniciaron hace casi tres años, cuando la entidad decidió nombrar a Orcel nuevo consejero delegado y anunció su designación al mercado.
El propio banco dio marcha atrás en esta decisión apenas cuatro meses después al darse cuenta de que no podía asumir el millonario coste de hacerse cargo del bonus que el banquero perdía por salir de UBS (cercano a 50 millones), donde era corresponsable de la división de Inversión.
El proceso judicial coincide en el tiempo con el nombramiento de Orcel como consejero delegado de UniCredit, que la junta de accionistas del banco italiano deberá ratificar el próximo 15 de abril, apenas unos días después de la celebración del juicio.
Este conflicto judicial, a pesar de ser laboral, enfrentará así a los primeros ejecutivos de dos de los mayores bancos europeos, algo con lo que los supervisores no estarían muy cómodos. De momento, el proceso se resolverá el próximo 7 de abril si ambas partes no llegan a un acuerdo, algo para lo que el italiano no habría cerrado la puerta.