Tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE) tienen entre sus funciones dar su visto bueno a los altos directivos de las entidades financieras, un proceso conocido como fit and proper. Su aprobación es imprescindible para la incorporación de estos profesionales a cualquier banco bajo su supervisión, si bien la vigilancia de estas dos instituciones se mantiene durante todo el ejercicio del cargo.
Se trata de un proceso muy habitual dentro del sector financiero, que en los últimos meses está experimentando muchos cambios de gobernanza. El último en recibir el fit and proper ha sido el nuevo consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, que ha recibido en los últimos días la autorización del BCE para incorporarse a la entidad.
A lo largo de las decenas de procesos de evaluación de su idoneidad a los que tienen que someterse los altos cargos de la banca, hay ocasiones en las que los supervisores detectan alguna debilidad, por lo que ponen a los bancos algunas condiciones, obligaciones o recomendaciones para su incorporación que dependen de cada caso concreto.
Periodo transitorio
Entre las más habituales se encuentra la formación. Cuando reciben una de estas condiciones, las entidades se comprometen a facilitar al candidato cierta formación que el supervisor considera necesaria para que pueda ejercer sus funciones. Algunas veces, incluso, se impone como condición que el profesional no pueda formar parte de las comisiones delegadas del consejo de administración durante un periodo transitorio, hasta que disponga de la formación requerida.
En otros casos, los supervisores imponen obligaciones de seguimiento de la aplicación de las políticas frente a conflictos de interés o de la dedicación de tiempo suficiente por parte del candidato al cargo para el que se le ha elegido.
Entre las recomendaciones más habituales también se encuentran las que se hacen a todo el consejo de administración, por ejemplo cuando los supervisores consideran que se debe reforzar un área de conocimiento o de experiencia concreta.
Además de las profesionales, los supervisores también tienen en cuenta las condiciones personales de los candidatos a consejeros independientes y en algunas ocasiones hacen llamadas de atención para hacerlos conscientes del deber que tienen como contrapeso de los ejecutivos, por lo que deben contar con habilidades para señalar desacuerdos.
195 procesos
A lo largo de 2020, el Banco de España participó en 195 procedimientos de evaluación de idoneidad de estos altos cargos (frente a los 179 de 2019), según detalla la Memoria de Supervisión que la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos publicó esta semana. El supervisor considera que las solicitudes que presentan las entidades son "cada vez más completas" en cuanto a la documentación necesaria y el detalle del análisis del candidato.
Además, el supervisor participó en 39 procesos relacionados con créditos a altos cargos (algo más que los 36 de 2019) y 18 de participaciones significativas, fusión, escisión y otras adquisiciones relevantes (fueron 11 en 2019).