José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, se une a las voces que consideran que la recuperación económica llegará más tarde de lo previsto inicialmente debido al ritmo de vacunación y el mantenimiento de algunas restricciones a la actividad. El banquero cree que la recuperación se retrasará "entre uno y dos trimestres", por lo que el crecimiento de la actividad se retrasará de 2021 a 2022.
"El primer efecto claro es que la actividad económica va a estar condicionada a niveles bajos durante más tiempo", de forma que "algunos proyectos de inversión se posponen un poco en el tiempo y tendremos un impasse un poco más largo", ha explicado el banquero durante su intervención en el Observatorio de las Finanzas, un encuentro organizado por Invertia en su primer aniversario dentro de EL ESPAÑOL, que reúne estos días a los principales actores del sector financiero.
En consecuencia, la morosidad se desplazará "un poco" en el tiempo. "Que crezca la morosidad parece un hecho que se va a dar, pero con qué intensidad o en qué sectores va a depender" de algunos factores, ha apuntado el directivo, según quien aún no se puede predecir la evolución de los impagos de crédito que traerá la crisis.
Con todo, ha señalado que el crédito al consumo y las hipotecas se están comportando mejor de lo que se podía prever. "Lo que estamos viendo es un comportamiento crediticio bueno o muy bueno, mejor de lo que yo hubiera esperado hace un año", ha dicho.
En este contexto, el Gobierno aún debe aprobar el código de buenas prácticas que marcará los criterios para la realización de reestructuraciones de deuda a los préstamos concedidos con aval del Estado, los conocidos como créditos ICO.
Se trata de uno de los pilares del plan de salvamento a las pymes puesto en marcha por el Ejecutivo hace un par de semanas, en el que se reservaron 3.000 millones de euros para cubrir estas reestructuraciones, entre las que se encuentran las quitas de deuda.
Al respecto, Álvarez ha apuntado que "las situaciones empresariales son únicas", pero que "los procesos de reestructuración están bastante trillados por la banca". "Se ha dado demasiado énfasis a esto, creo que es una gestión del riesgo normal", ha añadido.
Generar beneficio
En relación con la "prudencia" que los supervisores están pidiendo a los bancos a la hora de pagar dividendo, que José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), reiteró el lunes en el Observatorio de las Finanzas, Álvarez ha señalado que "no se trata de prudencia con los dividendos, sino de la capacidad de generar resultados y luego pagar dividendos".
El banquero ha reiterado que la intención del banco es volver a pagar a los accionistas un payout (porcentaje de beneficio) de entre el 40% y el 50% si el Banco Central Europeo (BCE) retira su recomendación de limitarlo. "Primero hay que ganarlo, pero es nuestra política y a la que pretendemos volver", ha añadido.
Por otra parte, ha apuntado que Santander no tiene planes de cobrar a los clientes particulares por sus depósitos, aunque sí lo hace con algunos institucionales y corporativos. "Es un mal negocio prestar dinero al 0% y tomarlo al 0,5%", ha apuntado.
Otra cosa son las comisiones. "Los clientes de cualquier actividad o negocio tenemos que pagar por los servicios que recibimos, pero depende del servicio que pretendas tener del banco", ha explicado Álvarez. Con todo, ha apuntado que hay servicios bancarios de alto coste para los bancos que aún no se cobrar ni se van a cargar a los clientes.